POSTURAS PARA UN BUEN VIAJE

 

Los principales problemas posturales que solemos tener suelen ser en las actividades diarias, no solamente en el trabajo o haciendo deporte, sino en actividades cotidianas, como puede ser sentarnos para ver la televisión, para hacer los quehaceres normales diarios, y por supuesto, al dormir, ya que es una actividad que hacemos normalmente un tercio de las horas del día, y al tener malas posturas a las que nos hemos acostumbrado, solemos coger ciertos vicios posturales que nos provocan a la larga problemas musculo-esqueléticos.

Normalmente, los principales problemas nos vienen por malas posturas al sentarnos, que es la postura que a lo largo del día más utilizamos, ya que normalmente la postura que solemos adoptar es una “sedestación relajada”, que significa que nos sentamos con nuestra espalda bastante arqueada, dejando caer el peso sobre nuestra columna lumbar, que es como solemos estar más cómodos, en vez de sentarnos de forma recta. Esto suele pasar por sentarnos en superficies blandas, como pueden ser los sofás o los colchones de las camas, que favorecen esa postura incorrecta, pero en la que nos sentimos más confortables. A la hora de ver la televisión, leer, escuchar música, el estar un tiempo prolongado en mala postura, a la larga nos puede acarrear problemas en la espalda, concretamente problemas en los discos intervertebrales y contracturas musculares.

También, a la hora de realizar actividades en las que estamos de pie, no solemos adoptar buenas posturas, ya que a la hora de coger pesos forzamos mucho la columna lumbar principalmente, en vez de ayudarnos de la fuerza de los miembros inferiores y superiores. Además, como no utilizamos bien la contracción de la musculatura abdominal profunda (músculo transverso profundo del abdomen) que nos sirve como pilar central de la columna para sostener y estabilizar, solemos forzar demasiado la columna y nuestra musculatura sufre. Para esto, los fisioterapeutas somos fundamentales para enseñar y corregir nuestra higiene postural, ya que si conseguimos contraer esta musculatura de forma voluntaria, al estar sentados, de pie, haciendo deporte… vamos a proteger nuestra columna de cualquier desgaste derivado de una mala posición.

Al dormir, es fundamental contar con un colchón y almohada adecuados, y siempre que sea posible, evitar las posturas que sean boca arriba y boca abajo, lo ideal es dormir en posición fetal, es decir, de lado, con ligera flexión de piernas y brazos.

A la hora de viajar, no debemos de olvidarnos que una mala postura nos puede suponer que empecemos con mal pie las vacaciones. Normalmente, en los viajes prolongados que se suelen hacer en estas fechas (más de 1´30, 2 horas) a la hora de ir en tren, coche, avión, es fundamental que tengamos una postura correcta sentados, ya que nuestra musculatura puede sufrir en forma de contractura muscular.

Para evitar lesiones derivadas de la mala postura cuando estamos de viaje, es fundamental que a la hora de sentarnos procuremos que la espalda esté completamente pegada a los respaldos de los asientos. Para esto, debemos de estar sentados sobre nuestros isquiones, es decir, sobre nuestros glúteos, en vez de sobre la parte baja de la espalda. Además, debemos de tener las rodillas flexionadas normalmente a 90 º, quedando siempre, en la medida de lo posible, la cadera un poco más alta que las rodillas, lo cual nos va a favorecer que apoyemos el peso sobre los huesos de los isquiones, en lugar de sobre las últimas vértebras lumbares y sacras, que nos puede provocar desgaste en los discos a la larga y sufrimiento en la musculatura lumbar y evitar los típicos “lumbagos” por mala postura. No todos sabemos, que nuestra columna tiene unas curvas que debemos de respetar. En columna cervical y lumbar tenemos lordosis (concavidad) y en la columna dorsal lo normal es tener cifosis (hacia afuera) por lo que si tenemos cojines, almohaditas, para que las zonas cervical y lumbar estén apoyadas completamente, es mejor para evitar contracturas musculares.

Siempre que podamos es conveniente ponernos de pie cada hora y media o dos horas, para caminar y estirar las piernas. Si conseguimos estar al menos 5 minutos moviendo nuestras articulaciones, ayuda a que el viaje no nos provoque rigidez articular y muscular.

La llamada “trombosis del viajero” es algo relativamente frecuente, que consiste en que si estamos más de 6 horas sentados en un avión con espacio reducido y sin mover las piernas, nos puede llegar a producir una trombosis, que se puede evitar levantándose con frecuencia y realizando movimiento en nuestras articulaciones cada cierto tiempo.

Al final de cada viaje, siempre debemos estirar para que las musculatura no se contracture y poder iniciar las vacaciones sin ningún tipo de molestia derivada de nuestro viaje.

Álvaro Herrera González Fisioterapueta Fisioespaña Wellness

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