En el podcast 6 de Clínica Baviera, el Dr. Julio Ortega-Usobiaga, oftalmólogo de Clínica Baviera Bilbao, dedica el episodio a repasar algunos mitos que hay sobre la cirugía refractiva láser. Para hablar de ellos, le acompaña la Dra. Margarita Cabanás, oftalmóloga de Clínica Baviera Sevilla.
Ambos han realizado miles de cirugías en los últimos años y atendido a muchísimos pacientes con problemas refractivos como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. A pesar de ello, siguen notando que hay muchos miedos infundados, por eso esperan que con este podcast se logren despejar posibles dudas sobre la cirugía refractiva láser.
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Mito 1: existe una edad mínima o máxima para la cirugía oftalmológica
Para comenzar, el doctor plantea una de las dudas más frecuentes entre las personas que acuden a los centros de Clínica Baviera: si existe una edad mínima o una edad máxima para ser candidato a la operación. “Seguro que a ti también te habrán hecho muchas veces esa pregunta, ¿verdad, Marga?”, comenta.
La doctora Cabanás explica que es una de las cuestiones que más preocupan al paciente que considera la operación, sobre todo en el caso de los más jóvenes. Explica que, aunque a partir de los 18 años la cirugía se puede realizar en cualquier paciente lo ideal es esperar a los 21, edad en la que ya ha terminado la fase de crecimiento y es entonces cuando se alcanza la estabilidad refractiva. En ese momento, la probabilidad de variación de la graduación de los pacientes baja muchísimo.
Es entonces cuando en la clínica recomiendan que se lleve a cabo la intervención, teniendo en cuenta que siempre habrá excepciones. La doctora indica que es buena idea considerar varios factores.
Así, pone el ejemplo de pacientes que, a pesar de tener solo 18 o 19 años, presentan una graduación muy estable y llevan años manteniéndola. En esos casos, y cuando su profesión lo demande, como sucede con los opositores, con un día a día muy exigente para la visión; ella les anima a dar el paso y operarse.
“Hay muchas personas que quieren optar a puestos en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y quieren una vista mejorada. En esos casos, no hay que pensárselo ya que, si fuese necesaria otra operación en el futuro, se podría hacer sin problemas”.
La doctora explica que hay 3 condiciones para ser candidato a la cirugía láser:
- Ser mayor de edad
- Tener una estabilidad de la graduación en el último año
- Tener ojos sanos (eso lo comprobamos en la clínica haciendo una serie de pruebas: un examen completo)
Mito 2: para operarse de la vista las mujeres deben esperar a haber tenido hijos
El doctor plantea otra duda que surge a muchas mujeres jóvenes, que es “si tienen que esperar a tener hijos para poder operarse”. En este sentido hay que comentar que, aunque operar a una mujer embarazada no es lo ideal y es mejor esperar, la experiencia indica que no hay un mayor riesgo en estas pacientes.
Tampoco hace falta esperar a operarse hasta tener hijos. “No hay evidencia científica de que el embarazo provoque un empeoramiento de la miopía. Otra cosa es que se trate de una mujer excesivamente joven y que su propio proceso de crecimiento afecte a la estabilidad de su visión”, explica la doctora.
“Además, postergar una decisión tan importante como esta una vez que tienes los hijos no es tan buena idea. Los primeros meses de la vida del bebé pueden no ser el mejor momento para plantearse una decisión de este tipo, ya que son momentos de complejidad”.
Un estudio de la Universidad de Navarra demostró que el embarazo no sube la graduación. Si no, todas las mujeres con hijos llevarían gafas o serían miopes, ¿no?
Mito 3: el posoperatorio es complicado
Hay a quienes les surgen dudas acerca de lo que sucede una vez realizada la operación, por eso se escuchan mitos sobre el postoperatorio. El doctor comenta que “algunas personas piensan que tienen que hacer reposo absoluto, o que van a tardar mucho en ver correctamente, que no van a poder hacer deporte ni maquillarse”.
Aquí la doctora Cabanás interviene, explicando que la recuperación es bastante rápida. “El paciente puede incorporarse a su actividad normal prácticamente al día siguiente de la intervención. Solo el mismo día de la cirugía es cuando le conviene reposar y no hacer nada para que la cicatrización sea adecuada y rápida”.
Nos dice que “de las 24h hasta la semana recomendamos el sentido común, y evitar circunstancias que pongan en peligro cualquier cirugía: no se pueden tocar o frotar los ojos, ni exponerse al sol; hay que evitar el maquillado y desmaquillado, los cosméticos y cualquier tipo de situaciones que expongan a contaminación o sustancias; así como el ejercicio intenso o los deportes de contacto”.
Tras ese breve periodo de recuperación, el paciente, si se encuentra bien, puede salir, trabajar, relacionarse e incluso hacer deporte ligero,al día siguiente de la operación.
La doctora explica que “una de las ventajas de esta cirugía es que es ambulatoria, casi sin molestias y su principal punto fuerte es la rápida recuperación, aunque cada paciente pueda tener sus particularidades”.
Mito 4: es necesario repetir la operación
Algunos mitos sobre la cirugía láser hacen referencia a los resultados obtenidos, nos cuenta el doctor. “Por ejemplo, hay personas piensan que con el tiempo tendrán que volver a utilizar gafas porque les vuelve la miopía”.
No es así. La cirugía refractiva láser corrige el defecto visual que se tenga en el momento de someterse a la operación (hipermetropía, astigmatismo, miopía), pero la persona seguirá cumpliendo años y, con el tiempo, a partir de cierta edad, pueden aparecer otros problemas visuales como la presbicia o las cataratas.
La doctora Cabanás comenta que “lo que está demostrado es que el paciente podrá vivir muchos años sin gafas e, incluso en un futuro, podrá realizarse otras operaciones para solucionar los posibles problemas visuales que padezca, si sobrevienen”. Explica que, “por ejemplo, los grandes hipermétropes son más tendentes a reapariciones a largo plazo, los miopes menos. Pero, desde luego, la necesidad de otra operación en el futuro no es lo normal, sino la excepción. Y, en caso de que se plantee, no hay que tener miedo a otra operación, se puede hacer tranquilamente”.
Ambos doctores insisten en que hay que perder el miedo a la reintervención porque los tratamientos que se emplean hoy en día son muy conservadores y se aplican teniendo en cuenta que, quizás en el futuro, pueden surgir nuevas necesidades.
Si hay quien continúa con la duda, debería tener en cuenta que, “en cualquier caso, no es lo mismo estar hasta los 45 o 50 años sin usar gafas, aunque a esa edad llegue la presbicia y uno desee operarse de nuevo”.
La mejor garantía son los miles de ojos que llevan operados los oftalmólogos de Clínica Baviera, un hecho objetivo que destierra mitos como este.
Mito 5: los oftalmólogos no se operan de la vista
Por último, la doctora Cabanás habla de que existe otro mito: “que los oftalmólogos no se operan”. Se trata de una leyenda sin fundamento, que desmiente ella misma porque, no solo conoce a muchísimos compañeros operados, sino que ella misma corrigió su miopía gracias a la cirugía láser.
Así nos lo explica: “sí, yo soy la primera que está intervenida y hace 15 años que me operé con cirugía láser. Hoy, no necesito gafas de ningún tipo y estoy agradecida por haber dado el paso. Hace tiempo la cirugía refractiva era más desconocida, estaba menos extendida, pero hoy en día no es así y los oftalmólogos somos los primeros que confiamos en lo que hacemos. Somos muchos los que hemos sido intervenidos con distintas técnicas y objetivos”.
La decisión mejoró su calidad de vida y le ha ayudado a entender mejor a sus pacientes.
Por su parte, el doctor comenta que dos de los oftalmólogos de la clínica de Bilbao donde él trabaja decidieron operarse y quitarse las gafas pasando por sus manos. Como ellos, bastantes de las nuevas incorporaciones, al ver el éxito en los pacientes, deciden dar el paso y operarse también.
Tras desmontar mitos sin base alguna y compartir su experiencia con nosotros, ambos profesionales se despiden, no sin antes repetir lo afortunados que se sienten por poder operar y dar felicidad a sus pacientes.