Esther Nuñez, al frente del área de responsabilidad social corporativa de Clínica Baviera, es la persona encargada de conducir el cuarto episodio del podcast de la clínica. Está dedicado a una de las iniciativas del proyecto Baviera Responsable, llevada a cabo durante el mes de marzo.
Nos explica que, con motivo del conflicto bélico en Ucrania se ha realizado una acción muy especial, consistente en desplazar a dos familias ucranianas que estaban huyendo de la guerra, facilitando su traslado desde Polonia hasta España.
Para hablar de esta experiencia la acompañan César Baviera, Javier Trullenque y Yulia Dyachuk: las tres personas que han hecho posible que este viaje pudiese realizarse.
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La semilla de una idea con una importante repercusión
César y Javier son dos amigos que viven en Valencia que decidieron ponerse al servicio de una causa que les parecía muy necesaria, ayudar a las familias ucranianas a huir del peligro de la guerra. Todo comenzó cuando, a través de los informativos, fueron conscientes de la situación que se estaba viviendo en Ucrania.
No tardó en sumarse al proyecto Yulia, que es ucraniana, pero lleva más de 15 años viviendo en Madrid. Ella deseaba volcarse en ayudar a su pueblo y lo hizo coordinando diferentes traslados de sus compatriotas a España.
Actuando a modo de puente entre estas tres personas estuvo en todo momento Clínica Baviera, que se involucró para organizar la logística de esta cruda realidad.
El inicio de un proyecto cargado de emoción y con final feliz
Cuando Esther pregunta a César, hermano de los fundadores de Clínica Baviera, acerca de cómo nació esta iniciativa, no tarda en explicar que la chispa que encendía la necesidad de ayudar llegó al instante “pero claro, se trata de un viaje que no puede hacer alguien solo y necesitaba un copiloto”.
Javier no se lo pensó dos veces cuando César le propuso la idea. Explica que “tras hablarlo con la familia Baviera se puso en marcha el mecanismo para buscar la fórmula más adecuada para coordinarlo todo. Y aquí entra Yulia, a quién yo conocía a través de Mensajeros de la Paz”.
Yulia ya llevaba unas semanas ayudando a ucranianos que escapaban de la guerra a venir a España cuano Clínica Baviera le planteó colaborar con el proyecto para localizar familias de Ucrania que necesitaran salir de Polonia.
Ella fue capaz de construir una oportunidad de supervivencia para muchas personas, al estar situada en el punto exacto, en el momento preciso.
Yulia, piedra angular de la misión de Clínica Baviera
Ubicada en España y con algunas conexiones en Ucrania (familia directa y amigos), los contados contactos que conservaba de allí comenzaron a facilitar su número de teléfono a otras familias con hijos que cruzaban la frontera para escapar del conflicto. Al mismo tiempo, las referencias que tenía en nuestro país, hablaban con ella para conocer las diferentes opciones que existían para ayudar a quienes lo necesitaban en esos momentos clave.
En cuestión de pocas horas todo se movió muy rápido. El 24 de febrero las familias ya habían cruzado la frontera con Polonia. Para cuando Yulia recibe la llamada de Clínica Baviera, ya tenía el contacto de 50 familias.
Los primeros días, entre el miedo y la presión, todo se empieza a activar.
Esther vuelve a César y Javier y les pregunta por el itinerario de ese viaje hasta Polonia: “¿dónde empieza?, ¿cómo os desplazáis, en qué medio de transporte?, y ¿cómo transcurrió ese largo viaje con 6 personas que no hablan español? y vosotros claro, tampoco habláis ucraniano, y además se creó una buena y cercana relación con las familias, con los niños, ¿verdad?”
César y Javier comentan que el viaje estuvo muy bien organizado saliendo de Manises (Valencia) y llegando a Frankfurt, donde recogían el vehículo con el que se desplazarían a la frontera. Recuerdan el estado en que se encontraban las familias. “Estaban traumatizados, fue un momento de tensión, los niños iban en silencio y las mujeres también. A pesar de la barrera del idioma, poco a poco, con el apoyo de los traductores de los móviles, a los dos días se creó un ambiente agradable, de mucha confianza”. Notar el alivio de las familias les resultó reconfortante.
Esther pregunta a Yulia por la llegada a España de las familias ucranianas. Le gustaría saber cómo localizaba los hogares de acogida en España, cómo filtraba perfiles para encontrar a los que pudiesen proporcionar seguridad a la familia y cubrir sus necesidades. También le pregunta acerca de qué modo logró involucrar a la Embajada de Ucrania en España.
Yulia explica que lo hizo a través de Asociaciones y Fundaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado. “En menos de 24 horas empecé a recibir innumerables llamadas de familias de militares y policías”.
Ella fue creando una base de datos con ubicaciones, disponibilidad y, al mismo tiempo, hablando con ellos para conocerles mejor. Mientras tanto, se implicaba con la labor de tratar de ofrecer garantías de seguridad las familias ucranianas para que viniesen a España. “Las primeras jornadas fueron 24 horas al día hablando por teléfono. Encontramos muchos superhéroes, que se atrevieron con este viaje, y ángeles, las familias de acogida que han abierto sus brazos. En tiempo de guerra la confianza se desarrolla muy rápido, porque es una cuestión de vida o muerte.”
Yulia aprovecha este momento para expresar su gratitud y comenta que “estas dos familias han tenido una suerte enorme de encontrarse con todo este apoyo de los voluntarios y la ayuda de Clínica Baviera”.
Para despedir el podcast, Esther pregunta por alguna anécdota curiosa y no puede faltar la de César y Javier, que tuvieron que llamarla por teléfono para poder salir del parking del aeropuerto, un objetivo que se complicó más de lo imaginable y que no fue la única vez en la que se encontraron perdidos, ya que explican que salir de Ucrania no fue fácil, ni siquiera con el navegador, y que resultó crucial la capacidad de orientación de las mujeres ucranianas.
Hasta nuestro próximo podcast. ¡Nos vemos!