Niña morena en consulta de oftalmología tapándose un ojo

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Los parches para el ojo constituyen la forma clásica para el tratamiento de la ambliopía u ojo vago, una patología que se manifiesta cuando, sin existir ninguna alteración de las estructuras del ojo, se produce una reducción de la agudeza visual.

Los parches se emplean para tapar el ojo sano y así forzar la visión del ojo afectado y que tiene menor visión. Esta técnica se conoce como oclusiones y, aún hoy, sigue siendo uno de los procedimientos más empleados por los oftalmólogos para tratar de recuperar la visión del ojo ambliope.

¿Qué son y para qué se usan los parches en el ojo?

Los parches para el ojo son una de las posibles alternativas para intentar mejorar la agudeza visual en pacientes que sufren ambliopía u ojo vago.

El tratamiento de la ambliopía u ojo vago debe abordar una doble vía.

Corregir la causa del ojo vago

Estas causas pueden ser:

En los casos de ambliopía, cualquiera de estas situaciones provoca que uno de los dos ojos (o los dos) no se haya desarrollado correctamente de tal manera que tiene una agudeza visual menor de lo normal.

Estimular el ojo vago

Por otro lado, es necesario hacer trabajar y estimular el “ojo vago”, penalizando la actividad del “ojo sano o bueno”.

En este caso, la fórmula que ofrece mejores resultados es la oclusión de ese ojo sano con un parche durante un determinado periodo de tiempo que dependerá de la gravedad de la ambliopía y de la edad del paciente.

Existen otros métodos de penalización del ojo sano, como:

  • La utilización de colirios para dilatar la pupila.
  • El uso de plásticos o lacas para opacificar el cristal de las gafas.

De esta forma, se están estimulando las vías neuronales del ojo afectado por la ambliopía. Es decir, el cerebro no recibe dos imágenes diferentes, sino sólo la del ojo vago, y no tiene otra imagen con la que compararla. Por lo tanto no llega a “desechar” la imagen que le transmite el ojo vago.

Tanto los parches como el resto de los tratamientos para la ambliopía u ojo vago deben ser aplicados  en el momento adecuado del desarrollo visual del niño, durante la llamada época de plasticidad cerebral (hasta los 7 u 8 años de vida aproximadamente). Si el diagnóstico y el tratamiento no se producen a tiempo, la pérdida de visión puede ser permanente e irreversible. Por el contrario, si el tratamiento se aplica en el momento correcto, la recuperación de la visión suele ser total en la gran mayoría de los casos.

¿Qué recomendaciones para su uso debemos seguir?

A la hora de usar los parches para los ojos pueden surgir determinados problemas, como el rechazo del niño o irritaciones en la piel o pequeñas heriditas. En estos casos es conveniente tener en cuenta que debemos hacer que el niño comprenda la necesidad de su uso y se muestre dispuesto a cooperar.

Aquí os dejamos otros consejos que os resultarán de utilidad para que el tratamiento con el parche en el ojo sea efectivo para recuperar la función visual:

  • Debemos seguir estrictamente el calendario y las pautas de uso de los parches que nos dé nuestro oftalmólogo.
  • Debemos colocar el parche directamente sobre el ojo. Si el niño usa gafas, el parche debe ser colocado en la cara, no sobre los cristales.
  • Debemos potenciar que el niño lea y desarrolle otras actividades que requieren esfuerzo visual mientras lleve el parche.
  • Debemos asegurarnos de que el parche sea del tamaño adecuado para la cara del niño y que esté pegado correctamente a la piel.
  • La frecuencia de cambio suele ser diaria, puesto que el parche suele ensuciarse fácilmente por la actividad del niño: jugar en el parque, tocárselo con los dedos manchados, etc.
  • Si se produce una irritación en la piel se puede usar una crema hidratante. Esta se debe aplicar varias veces al día teniendo mucho cuidado de que no contacte con el interior del ojo.
  • La mayoría de los niños aceptan el parche sin problemas, pero si muestra rechazo podemos tratar de colocárselo de forma escalonada, aprovechando los momentos que esté de buen humor para introducirlo en su uso.
  • Debemos realizar las revisiones establecidas por el oftalmólogo.

Niño tapándose un ojo durante una revisión oftalmológica

¿Qué tipos de parches oculares existen?

Existen diferentes tipos de parches que se emplean para el tratamiento de la ambliopía. Para elegir el más adecuado es recomendable dejarnos asesorar por el oftalmólogo pediátrico.

Parches adhesivos

  • Son los más habituales y los más efectivos.
  • Se adhieren al contorno del ojo a través de un pegamento que se sitúa en el borde del parche.
  • Su parte central está almohadillada.
  • Suelen ser de un solo uso y hay opciones hipoalergénicas.
  • Son difíciles de quitar para el niño.
  • Evitan completamente la entrada de luz y no existe posibilidad de que el niño mire por los bordes.

Es bastante habitual que, al ser retirados, provoquen algún tipo de alteración sobre la piel del paciente. Si esto ocurre, recomendamos mojarlos ligeramente antes de quitarlos para facilitar que se despeguen. En todo caso, cualquier problema debe ser comentado directamente con el oftalmólogo.

Parches de tela

  • Se colocan, bien directamente sobre el ojo sujetos con una cita ubicada alrededor de la cabeza, o bien sobre el cristal de las gafas, cuando el niño tiene que usar ambos elementos.
  • Son reutilizables y personalizables.
  • Son muy fáciles de quitar, por lo que sólo deben ser utilizados en niños que estén plenamente convencidos de la necesidad de llevar parche.
  • Pueden no cubrir del todo el ojo y no bloquean completamente la entrada de luz.

Posibles efectos secundarios del parche en el ojo

La oclusión mediante la colocación de parches en el ojo ambliope es un tratamiento muy seguro y que se lleva utilizando muchos años.

Aún así, existen ciertos puntos en los que esta alternativa para la corrección del ojo vago puede generar problemas:

  • Puede aparecer irritación en la piel o heridas, especialmente si se usan parches adhesivos.
  • Pueden aparecer legañas o enrojecimiento en el ojo ocluido.
  • Los niños, especialmente los más pequeños, suelen tender a intentar retirarse el parche. Es necesario adoptar ciertas estrategias para tratar de convencerles de su uso.
  • Los parches pueden reducir el rendimiento en la vida y la habilidad de aprendizaje.
  • Además, reducen el campo visual del  niño.
  • Pueden dar lugar a visión doble.
  • Pueden dañar la autoestima y la seguridad del niño.
  • En casos raros, llevar un parche en el ojo durante mucho tiempo puede provocar la aparición de ambliopía en el ojo ocluido. Este efecto secundario suele ser reversible.

¿Cómo se pone un parche en el ojo?

  • Cuando no sea necesaria una oclusión continua, sino que se deba utilizar el parche durante sólo unas horas, es conveniente optar por los momentos donde se realiza un mayor esfuerzo visual, ya que así se conseguirá una recuperación más rápida.
  • El parche debe despegarse el menor número de veces posible. Cuando sea necesario quitarlo, se debe mojar antes, para facilitar su retirada y evitar irritación y daños en la piel.
  • Si existe alguna herida en la piel, se recomienda descansar del uso de parche durante unos días hasta que la lesión cicatrice. Si estas heridas se repiten, será necesario consular con el oftalmólogo para valorar otras alternativas de tratamiento.
  • En el caso de que se presente enrojecimiento o legañas, se recomienda suspender el uso del parche y comentarlo con el especialista.

¿Cuánto tiempo se debe usar un parche en el ojo?

En los últimos años se han producido cambios en las indicaciones para el uso de parche ocular en los niños.

En la actualidad, se estima que, para una oclusión eficaz, es suficiente utilizar el parche unas pocas horas al día. Queda atrás aquella idea de tapar un ojo durante varias semanas seguidas.

Según mejora la visión del ojo vago, las horas de uso del parche se pueden ir reduciendo.

¿Qué otros tratamientos se pueden aplicar?

Algunos tratamientos mucho menos habituales del ojo vago que, en ocasiones, se usan como alternativa al parche en el ojo son:

  • Los colirios dilatadores
  • La terapia visual
  • El uso de gafas con una graduación no necesaria en el ojo sano.

Conclusiones clave

Los parches oculares se emplean como tratamiento para corregir la ambliopía u ojo vago en niños de hasta 7 u 8 años.

* El parche se coloca sobre el ojo que tiene buena visión para forzar el ojo que tiene mala visión.

Existen diferentes tipos de parches para adaptarlos a las necesidades y características de cada niño.

* Es un tratamiento que requiere constancia para garantizar los buenos resultados.

Fuentes