Ojos secos y ansiedad son dos problemas de salud que, muchas veces, se dan de forma conjunta. En este artículo te contamos todas las claves que debes tener en cuenta al respecto y que te ayudarán a minimizar esta situación tan molesta. ¡Toma nota!
¿Qué son los ojos secos?
Cuando el ojo es incapaz de mantener el grado correcto de cantidad y calidad de hidratación a partir de la lágrima, es cuando podemos hablar de un paciente con síndrome de ojo seco.
Los ojos necesitan contar con la humedad concreta, tanto para mantenerse hidratados y lubricados, como para eliminar las partículas que se hayan podido posar en su superficie. De hecho, esto hace que una buena hidratación de los ojos sea uno de los elementos clave a la hora de conseguir mantener una buena visión.
Si no se consigue mantener la hidratación, aparecen los molestos síntomas del síndrome de ojo seco.
¿Cuáles son los síntomas del ojo seco?
Existen diferentes síntomas que van a indicarnos que podemos estar ante un posible caso de ojo seco:
- Ardor o picor en los ojos: se trata del primer síntoma que suelen manifestar los pacientes, y también el más común de todos.
- Sensación de arenilla en los ojos: uno de los primeros síntomas también es la sensación de tener arenilla o algún cuerpo extraño en la superficie del ojo. Esto denota que la película lagrimal no es todo lo correcta que debería ser.
- Enrojecimiento de los ojos: el enrojecimiento es el síntoma más común después del picor en los ojos y suele manifestarse inmediatamente después del ardor o picor en los ojos.
- Sensibilidad a la luz: como consecuencia de la falta de cantidad y calidad correctas de lágrima, el ojo empieza a experimentar una excesiva sensibilidad a la luz, lo que hace que sea necesario cerrarlos ante la incapacidad de soportar el brillo.
- Cicatrices en la córnea: en los casos más graves, sobre todo si se trata de una dolencia mantenida en el tiempo y sin tratar adecuadamente, se pueden dar casos en los que la córnea experimente daños que se manifestarán en forma de cicatriz.
¿Qué relación puede tener ojos secos y ansiedad?
Hay que tener en cuenta que el síndrome de ojo seco puede producirse por muchas causas diferentes, entre las que cabe mencionar el entorno (ambientes secos o ventosos), uso indebido de aire acondicionado o pantallas, exposición al sol, ambientes afectados por el humo del tabaco, enfermedades sistémicas, etc.
Por otro lado, de forma natural, los ojos empeoran la cantidad y calidad de su lágrima con la edad, lo que hace que sea un síndrome muy común en personas que han cumplido los 40 años.
Sin embargo, existen casos en los que se asocia el síndrome del ojo seco a un cuadro de ansiedad prolongado, lo que hace pensar que se trata de una situación más que puede desencadenar el síndrome de ojo seco en pacientes que no parecen predispuestos a esta dolencia.
De este modo, ojo seco y ansiedad es una situación bastante común en muchos pacientes. Aunque no siempre se dan de forma conjunta, suele ser habitual que en episodios de estrés o ansiedad prolongados los pacientes noten que empeoran los síntomas del ojo seco.
Por otro lado, ciertos medicamentos usados comúnmente para el tratamiento de enfermedades como la ansiedad pueden tener efectos secundarios. Entre ellos, pueden producirse alteraciones en la normal regulación de la cantidad y calidad de la lágrima natural.
¿Cómo tratar el ojo seco por ansiedad?
Aunque los ojos secos y la ansiedad sean dos problemas que puedan darse de forma conjunta, deberán ser tratados de manera separada. De este modo, el tratamiento de la ansiedad corresponderá al profesional sanitario pertinente, mientras que el tratamiento del síndrome de ojo seco será tratado preferiblemente por el oftalmólogo.
Para tratar el síndrome de ojo seco (esté o no propiciado por un cuadro de ansiedad), se optará por los mismos tratamientos habituales para este problema visual.
- Tratamientos a partir de colirios y lágrima artificial que permitan preservar la humedad adecuada de los ojos.
- Uso de ciertos medicamentos como antiinflamatorios
- Uso de gafas especiales para conservar la humedad del ojo.
- En los casos más graves, también se podrá optar por tratamientos quirúrgicos destinados a la oclusión de los puntos lagrimales.
En todos los casos, estos tratamientos deberán ser prescritos por el médico facultativo correspondiente.
Por otro lado, junto con los tratamientos específicos para el síndrome de ojo seco, se recomienda adoptar hábitos concretos que nos ayuden a reducir la ansiedad. Por ejemplo, los siguientes:
- Seguir una dieta saludable
- Realizar ejercicio físico con regularidad
- Practicar yoga
- Practicar meditación
- Acudir al psicólogo
- Evitar sustancias como la cafeína, el tabaco o el alcohol
Artículo revisado por la Dra. Margarita Cabanás, oftalmóloga de Clínica Baviera.
Fuentes
- https://www.aao.org/salud-ocular/enfermedades/ojo-seco
- https://www.aao.org/salud-ocular/consejos/siete-consejos-para-contrarrestar-el-ojo-seco