Hablamos de miodesopsias o “moscas volantes” (el nombre popular con el que suelen denominarse) cuando vemos pequeños puntos o manchas de color grisáceo que parecen flotar delante de nosotros. Estas manchas se hacen mucho más evidentes cuando miramos sobre un fondo brillante o una superficie clara.
Las miodesopsias son mucho más frecuentes de lo que puede parecer y, aunque en principio no suelen revestir mayor importancia, existen ciertos tratamientos que nos pueden ayudar a prevenir sus síntomas.
Si quieres saber más sobre las miodesopsias o moscas volantes sigue leyendo y te contamos todas las claves al respecto.
Miodesopsias: ¿qué son en realidad las moscas volantes?
Estas manchas de diversas formas, tamaños y espesor son, en realidad, sombras proyectadas sobre la retina. Estas sombras son el resultado de condensaciones o irregularidades del humor vítreo, que es el líquido gelatinoso y transparente que rellena el interior del globo ocular.
El humor vítreo está compuesto por agua y por pequeñas cantidades de cloro, sodio, glucosa, potasio, proteínas, colágeno y ácido hialurónico. Su principal función es proporcionar estabilidad y forma al ojo.
Hay que tener en cuenta que el humor vítreo se forma durante la etapa embrionaria y que nunca más cambia. En consecuencia, debido al envejecimiento, se van produciendo cambios en todos los componentes del humor vítreo que llevan a la formación de las condensaciones u opacidades que se reflejan en la retina. Estas condensaciones flotan en el propio humor vítreo y, al moverse y pasar por delante de la luz que llega a la retina, es cuando percibimos las miodesopsias o moscas volantes como manchas grisáceas delante de nuestro campo visual.
¿Cuándo se ven las moscas volantes?
Aproximadamente un 70% de personas llegan a percibir, en algún momento de sus vidas, las miodesopsias. Por lo general, no son un síntoma previo a una enfermedad más grave, ni tampoco llegan a comprometer la visión. A pesar de ello, estas moscas volantes sí que pueden llegar a ser muy molestas para algunas personas, sobre todo al mirar sobre un papel en blanco o un fondo claro y brillante.
El punto álgido de percepción de estas pequeñas manchas flotantes se produce en el momento en el que se fija la mirada sobre una superficie que esté iluminada homogéneamente y con mucha luz de fondo. Por ejemplo, una pantalla de ordenador con el fondo blanco o de un color muy claro.
No obstante, hay que tener en cuenta que, cuando se tienen miodesopsias en el humor vítreo, estas permanecen siempre ahí, independientemente de que sean percibidas por el paciente o no.
¿Qué causa las miodesopsias?
Las causas de las miodesopsias pueden ser varias y, de hecho, en muchos casos, se trata de una serie de factores que actúan de forma conjunta. Los más comunes son los siguientes:
- Envejecimiento.
- Miopía.
- Diabetes.
- Tener una lesión o una inflamación grave, como la uveítis.
- Hemorragias oculares.
- Traumatismos en los ojos.
- Cirugía ocular o ser un paciente al que le han realizado una limpieza de la cápsula posterior del ojo con rayos láser (capsulotomía).
- El estrés o ansiedad.
¿Cómo se reconocen las miodesopsias?
Las principales características de las miodesopsias y que las diferencian de otras patologías son las siguientes:
- Nunca se quedan quietas. Se desplazan lentamente cuando el paciente fija la mirada, por ejemplo, en el horizonte.
- Se desplazan con el movimiento del globo ocular.
- Las manchas se vuelven más intensas en el campo visual cuando el paciente mira a un punto homogéneo, claro, brillante o iluminado (cielo despejado, pantalla del ordenador, hojas de papel en blanco, paredes de color claro, etc.).
- Aunque no siempre es así, se suelen dar con más frecuencia en personas mayores y personas miopes con mucha graduación (miopía magna).
- Los síntomas suelen incrementarse en momentos de fatiga, estrés o ansiedad.
¿Tienen cura o tratamiento?
Actualmente, ningún medicamento ni intervención quirúrgica se ha mostrado completamente efectivo para la eliminación definitiva de las miodesopsias. Algunas clínicas han empezado a tratarlas con tecnología láser. Sin embargo, la efectividad de este procedimiento aún no está demostrada por la comunidad científica.
En este sentido, lo más habitual es que, en el momento de su aparición, el paciente se muestre nervioso y preocupado. Pero lo cierto es que la mayoría de personas se acaba acostumbrando a la presencia de moscas volantes como algo natural y terminan por no ser tan molestas como al principio de su aparición. Este proceso se conoce como neuroadaptación.
En los casos extremos de rechazo, se puede recurrir a una técnica quirúrgica denominada vitrectomía. Esta técnica consiste en la extracción del humor vítreo y su sustitución por una solución salina. Sin embargo, debido a los efectos secundarios (incluida la posibilidad de desprendimiento de retina) hace muy poco aconsejable esta opción.
Debido a esto, aunque la vitrectomía puede contribuir a la eliminación de las miodesopsias, se desaconseja su uso para esta patología, ya que los riesgos que implica suelen ser mayores que los beneficios que aporta.
¿Cuándo debemos acudir al oftalmólogo?
Lo más recomendable es acudir al oftalmólogo justo en el momento en el que empezamos a percibir estas manchas en los ojos. Lo más habitual es que el oftalmólogo diagnostique que se trata de miodesopsias y no sea necesario prestarles especial atención. Sin embargo, en algunos casos, pueden ser un síntoma previo a otros problemas mayores. Por ejemplo, desprendimiento de retina o alguna patología grave como, por ejemplo, la uveítis.
En concreto, debemos estar especialmente atentos si estas manchas van acompañadas de los siguientes síntomas o características:
- Se trata de manchas estáticas y más densas.
- Aparecen de repente. En ese caso, el especialista (y solo él) debe explorar los ojos para descartar cualquier problema adicional.
- Crecen en número o tamaño.
- Si notamos otros síntomas como destellos de luz (fotopsias) o pérdida de la visión lateral en uno o ambos ojos.
En general, podemos decir que todos los cambios que percibimos en nuestros ojos deben tomarse en consideración, por lo que deben ser revisados por un oftalmólogo. La vista es uno de nuestros sentidos más importantes, pero también de los más delicados. Por ello, para no comprometer la salud de nuestros ojos, lo mejor que podemos hacer es acudir a revisión siempre que consideremos que puede haber un problema con ellos, así como hacerlo de forma rutinaria una vez al año a partir de que cumplamos 40 años.
¿Se pueden prevenir?
En la mayor parte de los casos, la aparición de miodesopsias está asociada a la degeneración del humor vítreo. Esta degradación suele estar vinculada al envejecimiento, pero existen algunas rutinas o hábitos de vida que pueden retrasarla:
- Mantener un estilo de vida saludable, realizando ejercicio físico moderado a diario, tomando agua en abundancia y respetando una dieta equilibrada.
- Evitar los traumatismos en los ojos.
- Evitar o reducir el consumo de ciertos medicamentos cuando no es imprescindible.
- Intentar gestionar el estrés descansando lo suficiente y respetando las horas de ocio y esparcimiento.
- Evitar hábitos nocivos para nuestra salud. Por ejemplo, el consumo de alcohol y el tabaquismo.
- Realizarse revisiones oftalmológicas de forma rutinaria, especialmente si la visión se vuelve muy borrosa y a medida que vamos cumpliendo años.
- Protegerse los ojos cuando sea necesario. Por ejemplo, usar gafas de sol en espacios exteriores.
Aunque las miodesopsias en los ojos son un problema molesto, lo cierto es que se suele tratar de una circunstancia benigna (no está considerada una patología) que no tiene por qué empeorar ni suponer un deterioro de la visión ni una mayor predisposición a sufrir otras enfermedades de la vista en las personas que las ven.