Las lentillas progresivas presentan ventajas y desventajas. En este sentido, las opiniones sobre lentillas progresivas son dispares.
Para algunos pacientes, se trata de una solución cómoda y efectiva para corregir temporalmente los problemas de presbicia, mientras que, para otros, son una solución que les resulta demasiado complicada, incómoda y poco eficiente a la hora de adaptarse a ellas.
Debido a esto, lo más recomendable suele ser que sea el propio paciente quien pruebe las lentillas progresivas y valore si responden a sus expectativas o no y, a partir de ahí, que decida qué solución se adapta mejor a sus propias necesidades.
¿Qué son las lentillas progresivas y cómo funcionan?
Las lentillas progresivas son un tipo de lentes de contacto que están adaptadas del mismo modo que las gafas progresivas. Es decir, son unas lentillas que disponen de dos tipos de graduación en la misma lente.
Se pueden encontrar de distintos tipos:
- Graduación en la parte inferior: una opción es que sea la parte inferior de la lentilla la que lleve la graduación para ver de cerca y la parte superior para ver de lejos.
- Graduación en forma de círculos: la más común de todas es la que coloca en la zona exterior (en forma de círculo) la graduación para ver de cerca, mientras que en la parte central de la lentilla se concentra la superficie para ver de lejos.
¿Cuándo se recomienda usar lentes de contacto progresivas?
Este tipo de lentillas están indicadas para personas que tienen presbicia o vista cansada. Es decir, personas que, para ver de lejos, necesitan una graduación concreta, pero para ver de cerca requieren una graduación distinta.
Para evitar tener que estar cambiando de gafas constantemente según la distancia a la que se observe, se desarrollaron las gafas progresivas y, a partir de estas, las lentillas progresivas. Estas lentillas adaptan este sistema de graduación doble en una misma lentilla para facilitar su uso por parte de los pacientes.
Opiniones sobre lentillas progresivas
Las opiniones sobre las lentillas progresivas son dispares. El problema que presentan estas lentillas es similar al de las gafas progresivas. Es decir, debido a que tienen dos superficies con graduaciones distintas, el paciente necesita algún tiempo hasta que se adapta a mirar a los diferentes objetivos y distancias por un lado u otro de su campo visual normal.
De esta forma, encontramos opiniones sobre lentillas progresivas muy favorables de pacientes que se adaptan a la perfección a este tipo de lentes de contacto, y opiniones contrarias que dicen que su uso no termina de convencerles. En estos casos, lo más habitual es que los pacientes que no se adaptan al uso de las lentillas progresivas vuelvan a utilizar gafas progresivas.
En general, podemos distinguir dos tipos de problemas asociados a este tipo de lentillas:
- Problemas de adaptación: esto se suele percibir en condiciones en las que el paciente no puede graduar la distancia con facilidad, como sucede durante la conducción o mientras se desplaza. En estos casos, lo más habitual es que el problema se deba a una graduación insuficiente o errónea para la parte de la lentilla progresiva destinada a ver de cerca, por lo que el paciente debería acudir a su óptico para que la revise.
- Problemas para enfocar objetos cercanos: cuando el problema se debe a que no se consigue enfocar bien los objetos cercanos, el problema puede deberse a una mala graduación de la lentilla (lo que se corrige con unas lentillas progresivas nuevas) o a la falta de adaptación a la hora de pasar de un enfoque con graduación de lejos a cerca. En estos casos, lo más habitual es que el uso continuado de las lentillas haga que desaparezca este problema.
Ventajas e inconvenientes
No obstante, más allá de las opiniones sobre lentillas progresivas que podamos conocer, la experiencia de cada paciente en su uso es muy particular. Por ello, lo más recomendable será siempre que sea el propio paciente quien haga la prueba de este tipo de solución para sus problemas de vista y valore si constituyen una opción que se adapta o no a sus propias necesidades y características.
En este sentido, es bueno que el paciente conozca tanto las ventajas como los inconvenientes que presentan este tipo de lentillas. Entre los más comunes, cabe destacar los siguientes:
Ventajas de las lentillas progresivas
- Permiten no tener que usar dos gafas distintas para las distintas graduaciones.
- Se pueden adaptar a la mayoría de graduaciones, tanto de cerca como de lejos.
- Son económicas y asequibles para la mayoría de los pacientes.
- Existen diferentes opciones entre las que elegir, tanto lentillas de uso prolongado como de uso diario.
Inconvenientes de las lentillas progresivas
- Como cualquier lente progresiva, implica aprender a usarla al tener partes distintas con graduaciones diferentes.
- Al igual que cualquier lentilla, puede producir sequedad ocular.
- Requiere los cuidados propios de las lentillas (quitarlas antes de dormir, usar el líquido correspondiente, etc.).
¿Qué alternativas hay?
Además de las lentillas progresivas, también existen las gafas progresivas, cuyo funcionamiento es similar al de las lentes de contacto progresivas.
Por otro lado, también hay que recordar que existe la posibilidad de operar la presbicia o vista cansada. En este caso, lo que se hace es retirar el cristalino natural del ojo (cuya falta de acomodación es la responsable de la presbicia) y se sustituye por una lente intraocular progresiva.
Esto permite que el paciente pueda disfrutar de una graduación correcta tanto a corta como a larga distancia, y sin la necesidad de tener que usar gafas o lentillas progresivas.
Artículo revisado por el Dr. José Luis Ruiz, oftalmólogo de Clínica Baviera.
Fuentes
Academia Americana de Oftalmología (AAO) – ¿Qué es la presbicia?
Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Los pros y los contras de los lentes progresivos
Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Las lentes intraoculares (LIO)