Mujer con ojos azules frente a optotipo

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En el caso de los ojos, hablamos de lateralidad cruzada cuando el ojo dominante no coincide con la mano dominante, el piel dominante y/o el oído dominante. ¿Quieres saber más sobre este fenómeno? En este artículo te lo contamos todo.

¿Qué es la lateralidad cruzada?

El cerebro se subdivide en dos hemisferios: el derecho y el izquierdo. Cada uno de ellos se encarga de unas funciones y habilidades concretas y controla los músculos del lado opuesto del cerebro. Esto significa que el cerebro está lateralizado.

En función de cómo se distribuyen las funciones corporales del cerebro, utilizaremos más un lado u otro del cuerpo para hacer nuestras actividades cotidianas. Esta situación, que determinará si somos diestros o zurdos, habitualmente se refleja en las manos, los pies, los ojos y los oídos.

  • Si la lateralidad de las manos, los pies, los oídos y los ojos está definida en el mismo lado del cuerpo hablaremos de lateralidad homogénea.
  • Si la lateralidad de alguna de estas partes del cuerpo es diferente a la del resto, hablaremos de lateralidad cruzada de manos, pies, ojos u oídos.

Tipos de lateralidad cruzada

En función de la parte del cuerpo afectada por el trastorno de la lateralidad hablaremos de:

  • Cruce visual. Predomina el ojo del lado contrario al del resto de referencias.
  • Cruce manual. Predomina la mano del lado contrario al del resto de referencias.
  • Cruce podal. Predomina el pie del lado contrario al del resto de referencias.
  • Cruce auditivo. Predomina el oído del lado contrario al del resto de referencias.

¿Qué es la lateralidad ocular cruzada o cruce visual?

Así como para realizar actividades cotidianas tenemos una mano o pierna dominante, pasa lo mismo con nuestra capacidad visual: somos diestros o zurdos desde el punto de vista oftalmológico en función del ojo que mejor enfoca y procesa la información visual que recibimos todos los días. Sin embargo, no todas las personas lo tienen tan claro.

Existe algo que se llama lateralidad cruzada, lateralidad heterogénea o dominancia cruzada, una situación que desde el punto de vista oftalmológico se presenta cuando una persona es natural diestro o zurdo y, sin embargo, su ojo dominante es el que está en el lado contrario.

Dicho en otras palabras: si son diestros, tienen predominio del ojo izquierdo (ojo izquierdo dominante); y si son zurdos, el predominio es del ojo derecho (ojo derecho dominante). Esto, que en principio no puede catalogarse como una anomalía en sentido estricto, sí que tiene algunas consideraciones que es necesario tener en cuenta para evitar eventuales complicaciones.

¿Qué es la visión tridimensional?

Aunque tengamos un ojo dominante, la visión es una función compleja y para que sea posible debe realizarse en los dos hemisferios cerebrales. Es decir que a cada hemisferio cerebral llega información de ambos ojos.

Cuando estamos mirando un objeto cada ojo centra su mácula (el punto central de la retina y que tiene mayor sensibilidad) en una zona ligeramente diferente. La imagen de cada ojo llega al cerebro a través del nervio óptico y así este es capaz de generar una sensación de profundidad por la que percibimos el volumen de los objetos. Esto es la visión tridimensional.

Para que la visión tridimensional sea posible es necesario que los ojos envíen al cerebro una información complementaria y no idéntica. Es lo que llamamos cooperación binocular y constituye un complejo proceso neurológico.

¿Cómo saber si tengo lateralidad ocular cruzada?

Según algunas investigaciones, un 25% de la población (niños, adolescentes y adultos) presenta problemas de lateralidad.

Existen distintos tipos de test de lateralidad cruzada para determinar cuál es nuestro ojo dominante. El más habitual es el que nos invita a formar un círculo con las manos al frente y enfocar un objeto cualquiera con ambos ojos.

La idea es cerrar un ojo y enfocar el objeto con el otro a través del círculo. Y viceversa. Tras el ejercicio, solo uno de los dos ojos mantendrá el objeto dentro círculo. Ese ojo será el dominante; con el otro, en cambio, ese objeto se percibirá ligeramente desplazado o desenfocado.

Otra forma de saber cuál es nuestro ojo dominante es realizando a un ejercicio habitual entre los practicantes de deportes de tiro. Consiste en elegir un objeto que esté a una distancia aproximada de 10 metros y señalarlo con el índice. Debes mirarlo con un ojo cerrado y después con el otro. El dominante será aquel que lo señale directamente.

Mujer de ojos azules frente a optotipo

¿Cuáles son los síntomas de la lateralidad cruzada?

Este es un tema bastante controvertido.

  • Por un lado, hay autores que defienden que los niños con lateralidad cruzada tienen más posibilidades de tener dificultades de lectura. Incluso algunos asocian la lateralidad cruzada con propensión a la dislexia y al TDAH. Se basan en que, al no recibir toda la información sensorial en el mismo hemisferio, estos niños tienen más dificultades para integrarla e interpretarla.
  • Por otro lado, otros autores defienden que tener una lateralidad cruzada no es ningún problema y es un factor muy común en la población.

Los síntomas que destacan los autores que defienden que los niños con lateralidad cruzada pueden tener problemas cognitivos y/o de coordinación son:

  • Dificultades en la adquisición del lenguaje oral: fluidez al hablar, retención y comprensión lectora.
  • Dificultades en el lenguaje escrito, en la sintaxis, disortografía y disgrafía.
  • Dificultades para las matemáticas y su razonamiento.
  • Dificultades para concentrarse.
  • Dificultades de comunicación y para relacionarse.
  • Inestabilidad y falta de equilibrio.
  • En algunos casos, aparecen consecuencias emocionales, como la ansiedad y la frustración.

¿Cuáles son las causas de la lateralidad cruzada?

La lateralidad ocular cruzada puede tener diversos orígenes:

  • Puede tener una causa genética.
  • Puede estar derivada de una enfermedad neurológica.
  • Puede ser consecuencia de la falta de estimulación psicomotriz en las primeras etapas del desarrollo del niño.

¿Cuáles son las complicaciones y tratamiento de la lateralidad cruzada?

Aunque como decíamos antes la lateralidad cruzada no es en sí misma una anomalía visual, según algunas teorías, sí que puede influir de distintas formas en el desarrollo de las personas y en la realización de sus tareas cotidianas. Por ejemplo, puede causar:

  • Problemas de concentración o dificultades de aprendizaje (incluso se llega a relacionar con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad -TDAH-).
  • Dificultad para enfocar y fijar los objetos que tenemos delante.
  • Descompensación del cuerpo en ciertas actividades.
  • Cansancio de la vista.
  • Dificultad para calcular las distancias.

Al ser una condición natural, la mejor manera de tratar la lateralidad cruzada es con un diagnóstico precoz y oportuno, sobre todo en los primeros 4 ó 5 años de vida. Eso sí, las terapias deben ser adaptadas a las necesidades de cada caso y, sobre todo, tener en cuenta el grado de disfuncionalidad de cada persona.

El método más conocido para corregir los efectos de esta situación es la denominada reorganización neurofuncional, la cual busca reorganizar el desarrollo de la persona, su sistema nervioso y, a la vez, aprovechar la plasticidad neuronal que le caracteriza.

Sin embargo, no debemos olvidar que, antes de asistir a cualquier otro especialista, es esencial que visites a tu oftalmólogo para confirmar si realmente sufres lateralidad cruzada (en este caso, lateralidad ocular) y comenzar el tratamiento oportuno. Lo ideal es tratar primero el problema visual para después corregir tu lateralidad.

¿Quién diagnostica la lateralidad cruzada?

Es el pediatra el que suele percibir en los niños o los bebés los primeros síntomas de la lateralidad cruzada y, en función de estos síntomas, lo derivará al neuropediatra o al oftalmólogo pediátrico.

¿Se puede prevenir la lateralidad cruzada?

Normalmente, la lateralidad cruzada no puede prevenirse, ya que comienza a percibirse cuando el niño tiene más de cinco años y se empieza a sospechar de algún problema de lateralidad.

¿Qué puedo hacer si mi hijo tiene lateralidad cruzada?

Es importante que los niños construyan bien su lateralidad, con el fin de tener una referencia espacio-temporal adecuada, que les permita, a su vez, relacionarse adecuadamente con las funciones básicas y con el entorno que les rodea.

Una buena coordinación entre las funciones motrices, visuales y auditivas es fundamental para que el niño alcance los hitos del aprendizaje de forma natural y sin dificultades añadidas.

Dado que algunos autores estiman que existe cierta relación entre los tipos de lateralidad y el aprendizaje, sería conveniente que tanto padres como profesores detecten los problemas que pueda presentar el niño y se realice una intervención lo más temprana posible. En general, cuando un niño a los 6-7 años tiene problemas en el inicio de la lecto-escritura, se le debe ofrecer apoyo para abordar estos problemas.

Conclusiones clave

La lateralidad ocular cruzada se produce cuando el ojo dominante no coincide con la mano, el pie y/o el oído dominante.

* Algunos autores defienden que puede provocar dificultades de aprendizaje, cognitivas y psicomotrices.

Existen diferentes tipos de tests de lateralidad cruzada para determinar si un individuo padece problemas de lateralidad.

Fuentes