4.8/5 – (100 votos)

La mayoría de las personas tienen los ojos de un color oscuro, entre marrones y negros (aunque dentro de este espectro existen distintas tonalidades) y, en un porcentaje mucho menor, verdes o azules. Sin embargo, existe una rareza mucho menos frecuente: tener un ojo de cada color, o incluso diferentes tonalidades dentro del mismo ojo. A este curioso fenómeno se le conoce como heterocromía de los ojos o heterocromía del iris.

New Call-to-action

¿Qué determina el color de nuestros ojos?

Entre la córnea y el cristalino nos encontramos con una membrana denominada iris, cuya función principal es regular la cantidad de luz que entra en la retina a través de la pupila. Además, esta membrana cumple con otra propiedad de carácter exclusivamente estético: determinar el color de nuestros ojos.

En el iris existen unas células llamadas melanocitos, las cuales contienen un pigmento denominado melanina. Según la cantidad, coloración y ubicación dentro del iris, el color de los ojos será de un tipo u otro.

Si la distribución de estos melanocitos tiene lugar de forma homogénea por todo el iris (lo que suele suceder de forma más habitual) los ojos adquieren un color fuerte, entre marrón o negro. Por el contrario, si estos melanocitos se concentran en la superficie posterior del iris (algo mucho menos frecuente) el color de los ojos será más claro: verde o azul.

Hombre con heterocromía

¿Qué tipos de heterocromía existen?

Como hemos dicho, existe un fenómeno poco frecuente, la heterocromía en los ojos, que provoca tener cada ojo de un color diferente (heterocromía iridium o completa) e, incluso, presentar dos tonalidades distintas en el mismo ojo (heterocromía iridis o parcial). 

Además, también existe otro tipo de heterocromía que se podría situar como un subgrupo dentro de la heterocromía parcial, llamada heterocromía central. En este caso, las diferentes tonalidades parciales se concentran, por un lado en la parte central del iris y, por otro, en la zona periférica, presentando una heterocromía parcial pero con un aspecto simétrico y concéntrico. 

  • Heterocromía completa: Se produce cuando un ojo es de cada color. 
  • Heterocromía parcial: Se produce cuando un mismo iris presenta varios colores.
  • Heterocromía central: Se produce cuando un mismo iris presenta varios colores dispuestos en círculos concéntricos. 

En realidad, más allá del punto exótico que confiere a la persona con esta extraña condición y lo chocante que es para el resto, tener un ojo de cada color no supone ningún tipo de problema ni puede, en ningún caso, llegar a comprometer la salud visual presente ni futura de las personas. Por lo que es fundamental dejar claro que se trata únicamente de un factor estético. 

¿Cuáles son las causas de la heterocromía?

Factores genéticos

La heterocromía se debe, en la mayoría de los casos, a causas genéticas. Es decir, se tienen los ojos de diferente color desde el nacimiento. Es lo que se conoce como heterocromía genética, que está producida por factores de tipo hereditarios, basados únicamente en los genes de cada persona.

Factores adquiridos o externos

Aunque es infrecuente, existen algunos casos de heterocromía producida por factores adquiridos o externos. En este caso, se trata de personas que nacen con los dos ojos del mismo color y que, posteriormente, se producen cambios de tonalidad en uno o ambos ojos por alguno de los siguientes motivos:

  • Siderosis o hemosiderosis: Se produce como consecuencia de la presencia de depósitos de hierro sobre el iris.
  • Ciclitis heterocromática de Fuch: Se trata de un problema visual causado por la inflamación de la cámara anterior del ojo, lo que puede afectar a la pigmentación del iris y, en consecuencia, causar la heterocromía de los ojos.
  • Glaucoma: La alteración del color del iris es uno de los posibles efectos secundarios de algunos medicamentos para tratar el glaucoma, por lo que esta enfermedad de los ojos también puede llegar a convertirse en un desencadenante de una heterocromía de los ojos por factores adquiridos. 
  • Otras patologías visuales: En algunos casos, algunos melanomas o la uveítis pueden provocar también cambios en el color de los ojos.

Sea de nacimiento o como consecuencia de un factor sobrevenido, el tener un ojo de distinto color o con diferentes tonalidades en el mismo no debe ser motivo de preocupación, ya que no afecta negativamente a nuestra vista, ni nos predispone a sufrir alguna patología visual de otro tipo. 

¿Cuándo ir al médico?

Como se ha comentado, la heterocromía de los ojos no suele estar asociada a ningún tipo de enfermedad o problema visual cuando se trata de una heterocromía de origen genético. O sea, de nacimiento. Sin embargo, en el caso de percatarse de un cambio repentino en la coloración del iris, es recomendable acudir al oftalmólogo para que lleve a cabo una exploración de los ojos, ya que podría ser la consecuencia de algunas patologías visuales concretas (por ejemplo el glaucoma) que podrían requerir tratamiento.

Artículo revisado por la Dra. Julia Méndez, oftalmóloga de Clínica Baviera.

New Call-to-action

Fuentes

Dialnet – Heterocromía de iris y síndrome de Fuchs

Academia Americana de Oftalmología – Heterocromía