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La excavación papilar es una depresión fisiológica que se produce cuando el canal por el que salen las fibras del nervio óptico es algo mayor que el espacio mínimo que sería necesario. 

No es una patología en sí misma, ya que existe en prácticamente todos los ojos, aunque estén totalmente sanos. El problema se produce cuando dicha excavación aumenta de tamaño por alguna razón, superando en un tercio el tamaño total de la papila. Cuando esto ocurre, en la mayoría de casos, es indicativo de glaucoma.

¿Qué es la papila del ojo?

La papila del ojo es una zona de la retina. En concreto, es una zona ciega (no es sensible a la luz). Su principal característica es que es la zona desde donde parten los axones de las células ganglionares de la retina. Es decir, es el área  en donde las células de la retina se conectan con el nervio óptico. 

¿Qué es el glaucoma y cuáles son sus síntomas?

El glaucoma es una enfermedad ocular que se suele producir por un mal funcionamiento del sistema de drenaje del humor acuoso. Esto provoca un aumento de la presión del ojo que, poco a poco, va provocando daños en el nervio óptico, desencadenando una pérdida de la visión que, de no tratarse a tiempo, puede llegar a ser total y permanente.

El glaucoma suele permanecer asintomático en las primeras etapas, para posteriormente, y a medida que la enfermedad avanza, los síntomas del glaucoma serán diferentes según el tipo de glaucoma del que hablemos:

  • Cambios en la visión periférica. Al ser muy pequeños y progresivos, muchas veces el paciente no llega a notarlos.
  • Pérdida progresiva de visión.
  • Visión borrosa.
  • Dolores de cabeza y/o alrededor de los ojos.
  • Náuseas y/o vómitos.
  • Pérdida de la visión de un modo abrupto.
  • Ver halos de diversos colores alrededor de los focos o luces brillantes.

Otro síntoma muy representativo de esta enfermedad es el aumento de la excavación papilar, así como de la palidez de la misma. Pero esto no puede notarlo de ningún modo el paciente, por lo que solo puede ser detectado por un oftalmólogo mediante una exploración profunda de la retina (retinografía).

Las pruebas diagnósticas para detectar el glaucoma

La excavación patológica papilar, o del disco óptico, anormalmente agrandada, casi siempre es indicativa de que el paciente sufre  glaucoma. Aunque es importante recordar que también puede deberse a otro tipo de patologías neuro-oftalmológicas.

Retinografía

Una de las principales herramientas de diagnóstico del glaucoma es la retinografía. La retinografía consiste en la realización de una serie de fotografías del fondo del ojo, tanto en conjunto (imagen panorámica) como de zonas concretas ampliadas. Entre ellas, de la mácula y el disco óptico o papila, con el fin de detectar esas depresiones anormalmente agrandadas.

Otras pruebas para diagnosticar el glaucoma

Existen otra serie de pruebas que le van a servir al especialista para confirmar el diagnóstico de glaucoma, su alcance y tratamiento adecuado:

  • Tonometría: medición de la presión del ojo mediante un instrumento llamado tonómetro.
  • Gonioscopia: se trata de la inspección del ángulo de drenaje del ojo.
  • Oftalmoscopia: con el fin de inspeccionar el nervio óptico para comprobar si se han producido daños.
  • Pruebas del campo visual: en especial de la visión lateral y periférica para buscar puntos ciegos que pueden estar pasando desapercibidos para el paciente.

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¿Cómo prevenir el glaucoma?

Los exámenes periódicos, sobre todo a partir de los 40 años, son fundamentales para detectar a tiempo enfermedades que, como ocurre con el glaucoma, en sus primeras etapas no presentan síntomas reconocibles. 

Por otro lado, unos hábitos de vida saludables (alimentación equilibrada, ejercicio físico, no fumar, etc.) son fundamentales para mantener unos ojos sanos durante muchos años.

¿Cómo diferenciar una papila sana de una que no lo está?

Uno de los primeros factores que tenemos que tener en cuenta es que se trata de un diagnóstico que deberá realizar el profesional médico, ya que el paciente carece de los medios para distinguir este tipo de problema ocular. Para ello, hay que tener en cuenta que realizar una anamnesis cuidadosa será un paso importante.

Por otro lado, cuando se padece una excavación papilar, los pacientes suelen presentar una serie de síntomas comunes. Entre los más habituales que suelen referir al especialista cabe destacar los siguientes:

  • Disminución o alteración de la visión
  • Disfunciones o variaciones cromáticas
  • Dolores asociados a los movimientos oculares
  • Pérdidas de visión transitorias
  • Cefaleas
  • Sensación de percibir aros o anillos luminosos alrededor de los focos de luz

Pruebas complementarias para estudiar la papila

Así mismo, es muy importante que el oftalmólogo realice pruebas complementarias a la oftalmoscopia tradicional. Estas pruebas permiten hacer un diagnóstico más preciso, lo que nos ayuda a diferenciar una papila sana de una que no lo está. 

Algunas de estas pruebas complementarias más habituales son las siguientes: 

  • Reflejos pupilares. 
  • Exámenes de colores. 
  • Exámenes de sensibilidad al contraste. 
  • Uso de campimetrías.
  • Pruebas electrofisiológicas. 

Estas pruebas pueden ayudar al profesional a identificar este tipo de problema, característico del nervio óptico y que, como se ha mencionado, prácticamente todas las personas sufren en mayor o menor medida.

Además, también es muy importante que, cuando se observe el nervio óptico, se preste atención a la totalidad de aspectos que pueden influir en la presencia de una excavación papilar pronunciada. Por ejemplo, el color, la forma, el propio tamaño de la excavación, si presenta simetría bilateral o no, la estructura vascular, los signos peripapilares, así como la forma del reborde neurorretiniano.

Fondo de ojo

¿Qué tipos de papilas pueden presentarse en un ojo?

Así mismo, más allá de la presencia o no de excavación papilar en el nervio óptico, es importante distinguir entre un tipo de papila u otra, lo que determinará ciertas características del ojo del paciente y cómo actuar en cada caso si fuera necesario. Un paciente puede tener los siguientes tipos de papilas: 

  • Papila sana: Se trata de papilas en las que la excavación papilar es igual o inferior a 0,3, y que no presentan una diferencia mayor a 0,2 entre ojo y ojo.
  • Papila hipermetrópica: Se presentan normalmente como papilas más pequeñas o con un tamaño disminuido en comparación a las papilas sanas. Así mismo, presentan mayor número de vasos que la mayoría de las papilas.
  • Papila miópica: Suelen presentarse con una excavación papilar más grande que la media, especialmente a partir de miopías que superan las 6 dioptrías.
  • Papila oblicua: Se trata de una anomalía de tipo congénito que, además, suele ser común a ambos ojos. En estos casos, el nervio llega al ojo con una posición que no está centrada con respecto al globo ocular.
  • Papila con excavación fisiológica grande: Se trata, como su nombre indica, de una papila con una excavación más grande de lo habitual, lo que suele significar que es mayor que 0,3. No obstante, es importante matizar que la presencia de este tipo de papilas no tiene que implicar la presencia de una patología ocular.
  • Papila glaucomatosa: Se trata de las papilas que se suelen encontrar en la mayoría de los pacientes que presentan glaucoma, lo que hace que presenten una excavación papilar más grande que la media y, a medida que pasa el tiempo y si no se trata, esta pueda aumentar de tamaño.

¿Qué es la asimetría papilar?

Como su nombre indica, la asimetría papilar es un síntoma que se caracteriza porque la papila de la retina no es simétrica. Este síntoma suele estar asociado a un daño causado por un aumento de la presión intraocular, que es potencialmente peligroso al ser dañino para el nervio óptico y poder causar glaucoma. 

¿Qué se puede ver en el fondo de ojo?

El fondo de ojo es una prueba no invasiva que permite que el oftalmólogo vea el interior del ojo y, en concreto, el estado de la retina del paciente (así como cada una de sus partes). El fondo de ojo es una prueba muy sencilla y completamente indolora. 

Para realizarse, el médico aplica unas gotas en el ojo del paciente. Estas gotas dilatan la pupila, lo que permite que el médico vea el interior del ojo y compruebe si todas sus estructuras están en buen estado o si, por el contrario, existe algún problema relacionado con las mismas. 

Artículo revisado por el Dr. Gonzalo Muñoz, oftalmólogo de Clínica Baviera.

Fuentes

Academia Americana de Oftalmología (AAO) – ¿Qué es el glaucoma?

Teresa Delgado
24/05/2022

100% recomendable, trato, profesionalidad y eficacia al mismo nivel, top

Santiago Esponda Chaux
23/05/2022

Juan Carlos Cuenca
20/05/2022

David Tores
13/05/2022

Carolina Vicent Toril
03/05/2022

Christian Martinez Garcia
20/04/2022

Sierri León Vega
06/04/2022

Marta Acero
02/04/2022

Contenta con el momento de la operación y cómo nos han tratado, aunque sí es cierto que me dijeron que iba a quedar después de la operación totalmente perfecta y que mi visión iba a ser del 100% y NO HA SIDO así. Ayer mismo me dieron el alta y avisé a mi Doctora Belén que no veía 100% bien desde mi ojo izquierdo y me dijo que me había quedado un poco de astigmatismo en ese ojo y que no hacía falta ningún retoque. Esto ha sido bastante feo para mí, porque crees que vas a quedar perfecta al 100% y te quedas viendo mal de un ojo, la verdad que ha sido un final un tanto amargo.
Tengo dos amigas que se iban a operar aquí, y ya me encargaré de avisarlas por lo menos que no se quede como yo, con ese mal sabor de boca.

Flora Rascón Rascón
24/03/2022

Jorge Gallego
23/02/2022

Le pongo 5 estrellas porque no se pueden poner mas. El trato es espectacular desde que entras por la puerta, el personal muy profesional y agradable que no escatima en tiempo y dedicacion al paciente, Un 10.

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