La enfermedad de Leber, neuropatía óptica de Leber o atrofia óptica de Leber es una enfermedad hereditaria y neurodegenerativa que daña el nervio óptico y que se manifiesta con una pérdida repentina de la visión.
Afecta, sobre todo, a varones jóvenes entre 18 y 35 años y es la atrofia óptica hereditaria más común. La enfermedad de Leber se considera una enfermedad rara.
¿En qué consiste la neuropatía óptica hereditaria de Leber (LHON)?
La neuropatía óptica hereditaria de Leber (NOHL o LHO, por sus siglas en inglés), también conocida como atrofia óptica de Leber (LOA), es una patología hereditaria y neurodegenerativa que provoca daños en el nervio óptico y causa una pérdida repentina de la visión.
La enfermedad de Leber tiene las siguientes características:
- Afecta, sobre todo, a hombres jóvenes con antecedentes familiares de ceguera. En el caso de las mujeres, tiende a presentarse un poco más tarde, pero la enfermedad puede ser más grave.
- Está provocada por una mutación mitocondrial que se transmite de madres a hijos.
- Es el trastorno mitocondrial hereditario más común, pero está considerada una enfermedad rara.
- Suele provocar una pérdida severa de la visión en ambos ojos. En la mayoría de los casos, comienza afectando a un solo ojo y, al cabo de pocas semanas o meses, afecta al segundo ojo.
- La progresión de la enfermedad de Leber puede ser rápida o puede producirse en un periodo de más de dos años, pero la mayoría de las personas están gravemente afectadas a los tres o cuatro meses.
¿Cuál es su causa?
La neuropatía óptica de Leber se debe a una mutación en el ADN mitocondrial, por lo que se hereda exclusivamente por vía materna. Es decir que, al producirse una mutación el gen mitocondrial que provoca la enfermedad, ésta se transmite de la madre a todos los hijos, varones y hembras. Los hijos varones no se lo transmitirán a su descendencia, mientras que las mujeres se lo pasarán a su descendencia y así sucesivamente.
También se diagnostican muchos casos esporádicos de neuropatía óptica de Leber, es decir, en pacientes sin antecedentes familiares.
Aún no está claro cómo estos cambios genéticos causan la muerte de las células del nervio óptico y conducen a las características específicas de la neuropatía óptica hereditaria de Leber, pero parece probable que la etiología de la enfermedad sea multifactorial.
El riesgo de pérdida de visión parece depender de una interacción compleja entre:
- Factores genéticos.
- Factores hormonales.
- Factores ambientales.
¿Qué síntomas provoca la enfermedad de Leber?
La enfermedad de Leber fue descrita por el oftalmólogo alemán Theodore Leber en 1871 y sus principales síntomas son:
- Pérdida de visión central súbita (aguda) e indolora que afecta a ambos ojos al unísono o con un intervalo de semanas o meses entre un ojo y el otro. Es decir, es bilateral y simétrica.
- Los pacientes comienzan viendo un escotoma central que aparece bruscamente y, por lo general, se desarrolla de forma subaguda (a lo largo de un periodo de varias semanas) hasta estabilizarse.
- En ocasiones, el tamaño del escotoma central va aumentando hasta provocar un grado más profundo de ceguera y la pérdida de agudeza visual.
- Atrofia óptica bilateral que ocasiona:
- Opacificación de la visión.
- Reducción del campo visual.
- Pérdida de la capacidad de ver detalles.
- Visión de los colores desvanecidos.
- Pérdida de la capacidad de la pupila para reaccionar a la luz.
- La ceguera total es poco común entre los pacientes que padecen esta enfermedad.
Estos síntomas se producen por una inflamación de la capa de fibras nerviosas de la retina por lo que la neuropatía óptica de Leber puede llegar a confundirse con la neuritis óptica.
A veces, los síntomas visuales aparecen acompañados de otras manifestaciones o signos neurológicos como:
- Dolor de cabeza.
- Trastornos motores.
- Pérdida de coordinación muscular (ataxia cerebelosa).
- Temblor postural.
- Estado mental alterado.
- Síntomas similares a la esclerosis múltiple.
- Defectos de la conducción cardiaca (alteraciones en las señales eléctricas que controlan los latidos del corazón).
¿Cómo se diagnostica?
La probabilidad de responder de manera favorable al tratamiento es mayor cuando el diagnóstico es temprano y este tratamiento se inicia de manera precoz. Durante el diagnóstico es esencial descartar otras causas como la neuropatía óptica.
Para llevar a cabo el diagnóstico se pueden realizar las siguientes pruebas:
- Examen oftalmológico completo que incluya una evaluación del fondo de ojo. A través de este examen se pueden detectar las alteraciones que provoca la enfermedad en el disco óptico y en el riego sanguíneo.
- Estudios electrofisiológicos: potenciales evocados visuales y electrorretinograma para evaluar la disfunción del nervio óptico.
- Angiografía de fluoresceína para descartar que exista edema del nervio óptico.
- Tomografía de coherencia óptica del nervio óptico (OCT). Puede mostrar elevación en las fases iniciales de la enfermedad y, más adelante, atrofia.
- Otras pruebas: estudios genéticos, examen neurológico, resonancia magnética cerebral…
¿Cuál es el tratamiento de la neuropatía óptica de Leber?
Actualmente, el tratamiento de la neuropatía óptica de Leber se encuentra en fase de investigación a través de ensayos de terapia génica.
- La principal vía de acción es la utilización de ayudas para la baja visión.
- Algunos especialistas también recomiendan el uso de suplementos antioxidantes.
¿Cuál es el pronóstico?
En general, la edad de aparición de los síntomas y el tipo de mutación responsable de la pérdida visual determinarán la evolución de la enfermedad.
- Un 30-50% de los hombres y un 80-90% de las mujeres que tienen la mutación no presentarán ceguera.
- La ceguera total (ausencia de percepción de la luz) es poco común.
Fuentes
- Orphanet – Neuropatía óptica hereditaria de Leber
- National Library of Medicine (NIH) – The Progress of Gene Therapy for Leber’s Optic Hereditary Neuropathy
- National Library of Medicine (NIH) – Current and Emerging Treatment Modalities for Leber’s Hereditary Optic Neuropathy: A Review of the Literature