Los problemas de los ojos de los bebés deben ser diagnosticados y tratados por un médico especializado en oftalmología pediátrica.
La vista es uno de los sentidos más importantes para el ser humano, aunque durante los primeros meses de nuestra vida sea el que menos desarrollado tenemos.
En este post te explicamos algunas curiosidades de los ojos de los bebés y cuáles son las enfermedades que pueden afectar a esta parte tan delicada del cuerpo humano.
Índice
¿Cómo es el ojo de un recién nacido?
Las principales características de los ojos de un bebé recién nacido son:
- Los ojos son uno de los órganos que primero empiezan a desarrollarse (a los 15-20 días de la concepción).
- En las primeras semanas de embarazo se forman sus estructuras principales, pero, tanto los ojos como el nervio óptico, que los conecta al cerebro, siguen evolucionando durante el resto del periodo de gestación.
- El desarrollo del sistema visual del ser humano no terminará de completarse hasta los 6-8 años.
- Al nacer, el bebé tiene la capacidad física de percibir su entorno, pero su cerebro todavía no está preparado para interpretar y procesar estos estímulos. Por lo tanto, los recién nacidos prácticamente no ven nada.
- Su agudeza visual es mínima (0,5 sobre 10).
- Sólo ven los objetos situados a una distancia aproximada de entre 20 y 30 centímetros.
- Su campo visual es de, aproximadamente, 40 grados, frente a los 180 grados que alcanzarán cuando sean adultos.
- No perciben los contornos de forma clara.
- Perciben los contrastes de luces y sombras de forma borrosa.
- No distinguen los colores.
- Esta falta de desarrollo del sistema visual a veces impide detectar algunos trastornos oculares. Por esta razón son tan importantes las revisiones con el oftalmólogo pediátrico.
¿Cuáles son los problemas oculares típicos de un recién nacido?
Al nacer, el pediatra realizará una valoración oftalmológica del bebé para descartar cualquier tipo de problema, pero es importante que los padres vigilen los ojos de sus hijos, ya que los primeros meses de vida son muy importantes para el correcto desarrollo de su vida.
Como hemos visto, el sistema visual del niño está en continuo desarrollo y maduración. Cuanto antes se detecten y se traten los problemas visuales, mejor podrá desarrollarse su sistema visual. Si estas alteraciones se diagnostican tarde, más difícil será corregirlas y habrá que emplear tratamientos más agresivos durante un periodo de tiempo más extenso. Además, en algunos casos, se enlazarán unas deficiencias con otras.
A continuación, te explicamos los problemas visuales más y menos frecuentes en los recién nacidos.
Problemas frecuentes
Ojos hinchados
Nada más nacer, los párpados del bebé (especialmente el párpado superior) pueden estar ligeramente hinchados como consecuencia de la presión que sufren sobre la cara durante el parto. Lo normal es que a los tres o cuatro días los ojos recuperen su aspecto habitual.
Al nacer con los párpados hinchados, es habitual que la apertura de los ojos del bebé no sea totalmente simétrica durante los primeros días de vida. Si esta asimetría se mantiene después de desaparecer la hinchazón, es importante consultarlo con el pediatra, aunque seguramente no tenga demasiada importancia.
Los recién nacidos son particularmente susceptibles a padecer conjuntivitis y son más propensos a desarrollar complicaciones graves relacionadas con este problema ocular si este se deja sin tratar o si se trata de forma tardía.
La conjuntivitis puede tener varias causas (bacterias, virus y alergia), pero se caracterizan por presentar los mismos síntomas:
- Inflamación y enrojecimiento de los párpados y la conjuntiva.
- Pus y legañas.
- Lagrimeo.
- Picor.
En la mayoría de los casos, las conjuntivitis en niños son leves y desaparecen por sí solas al cabo de pocos días, aunque el tratamiento específico dependerá del tipo de conjuntivitis a la que nos enfrentemos.