El cuerpo ciliar es una estructura en forma de anillo que está situada entre la coroides (que es una de las capas que componen la pared del globo ocular) y el iris (parte contráctil del ojo ). En conjunto, estos tres elementos (cuerpo ciliar, coroides e iris) forman la úvea.
El cuerpo ciliar es el responsable de formar el humor acuoso y de que el cristalino realice el proceso acomodativo que nos permite enfocar bien, tanto cuando miramos de cerca como de lejos.
¿Cómo es la anatomía del cuerpo ciliar?
El cuerpo ciliar tiene dos zonas o estructuras claramente diferenciadas:
- Músculo ciliar: una zona muscular formada por fibras circulares y longitudinales que permiten adaptar la visión. Tiene forma de anillo y está adherido al cristalino.
- Procesos ciliares: se encuentran en la parte posterior del cristalino y contienen unos capilares que segregan un líquido que se conoce como humor acuoso. El humor acuoso es un líquido incoloro que se encuentra en la cámara anterior del ojo. Sirve para nutrir y oxigenar las estructuras del globo ocular a donde no llega el torrente sanguíneo.
¿Para qué sirve el músculo ciliar?
El músculo ciliar se ocupa de modificar la forma del cristalino con el fin de lograr una correcta acomodación y enfoque de la visión desde todas las distancias (cercana, lejana e intermedia).
A medida que envejecemos, disminuye la elasticidad del músculo ciliar y, de forma progresiva, el ojo comienza a perder eficacia en su capacidad de acomodación y de adaptación. Esto supone que llega un momento en que ya no es capaz de enfocar con nitidez los objetos cercanos.
La consecuencia final de todo esto es que, a partir de los 45 o 50 años la mayoría de personas comenzamos a sufrir presbicia o vista cansada, necesitando gafas para ver de cerca o una operación quirúrgica para poder realizar sin problemas actividades tan cotidianas como leer, usar el móvil o coser.
¿Qué pasa cuando se contrae el músculo ciliar?
Cuando el músculo ciliar se contrae, hace que la curvatura del cristalino aumente. Cuando el músculo ciliar se relaja, esto hace que la curvatura del cristalino se reduzca. De esta forma, el cristalino se acomoda y permite enfocar correctamente la imagen que tenemos delante.
¿Qué son los procesos ciliares?
Los procesos ciliares son unos pliegues triangulares que están dispuestos en forma de rayo, formando un anillo que está situado detrás del iris.
Dentro de esos pliegues podemos encontrar capilares y en ellos se produce el humor acuoso a una velocidad de entre 2 y 3 microlitros por minuto.
¿Qué es el humor acuoso?
Es un líquido que sirve para nutrir y oxigenar las estructuras del globo ocular que no tienen aporte sanguíneo, entre las que se encuentran la córnea y el cristalino. Se le conoce también como líquido acuoso y se encuentra en la cámara anterior del ojo.
Es muy importante que haya un drenaje adecuado de ese humor acuoso hacia el torrente sanguíneo para que la presión intraocular (PIO) sea la correcta.
¿Qué enfermedades están relacionadas con el cuerpo ciliar?
Podemos encontrar varias enfermedades que están relacionadas de forma directa con el cuerpo ciliar del ojo:
Glaucoma
La presión intraocular de cada persona está determinada por la cantidad de humor acuoso que se encuentra en su interior. Cuando el sistema de drenaje del ojo funciona adecuadamente, los valores de presión interna del ojo se sitúan en unos índices o parámetros normales, sin que por lo tanto, se produzca ningún tipo de lesión de alguno de los órganos oculares, sobre todo del nervio óptico.
Sin embargo, cuando se producen acumulaciones de humor acuoso debido a la formación de tapones en el drenaje, tienen lugar aumentos de la presión dentro del ojo, lo que puede dañar el nervio óptico de forma irreversible. Es lo que se conoce como glaucoma, una patología que si no se detecta y trata a tiempo puede conducir a la pérdida de parte o de toda la visión.
A partir de los 50 años, es aconsejable revisarse al menos una vez cada 6 meses nuestra presión ocular con el fin de detectar cualquier posible anomalía.
Uveítis
La uveítis se produce cuando se inflama la úvea, una región del ojo formada tanto por el iris como por el cuerpo ciliar y la coroides. Esta inflamación suele deberse a una infección de algún tipo y puede afectar a personas de cualquier edad.
Sus síntomas más comunes son:
- Dolor intenso en el ojo.
- Enrojecimiento ocular.
- Fotofobia o sensibilidad extrema a la luz.
- Visión borrosa o visión reducida.
- Apreciación de puntos negros u oscuros en el campo de visión.
En el caso de tener alguno de estos síntomas, se recomienda acudir de inmediato al médico para que pueda llevar a cabo una exploración del paciente.
Fuentes
Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Úvea
Academia Americana de Oftalmología (AAO) – ¿Qué es la uveítis?