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La conjuntivitis vírica es una de las afecciones oculares más comunes. Esta enfermedad aparece cuando diferentes virus infectan la conjuntiva del ojo, la membrana más externa que recubre la superficie del ojo y el interior del párpado. 

Por suerte, con las precauciones y el tratamiento correspondiente, se trata de una infección que puede curarse pasados unos pocos días.

¿Qué es la conjuntivitis vírica?

La conjuntivitis vírica es un tipo de conjuntivitis que se caracteriza por estar causada por virus (a diferencia de otras conjuntivitis causadas por bacterias o alérgenos). 

La conjuntivitis vírica produce:

  • Inflamación de la conjuntiva.
  • Enrojecimiento.
  • Picor. 

Aunque puede aparecer en cualquier momento del año, es más habitual durante el inicio de la estación fría (otoño e invierno). 

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conjuntivitis vírica

¿La conjuntivitis vírica es contagiosa?

Sí, al estar causada por un virus, se puede contagiar. Tanto entre ambos ojos del mismo paciente como a otras personas. Por ello, es muy importante extremar las medidas de higiene. 

¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis vírica?

Los síntomas más comunes de la conjuntivitis vírica son los siguientes: 

  • Picor o escozor en el ojo. 
  • Sensación o necesidad de rascarse el ojo de forma continuada. 
  • Enrojecimiento de la parte blanca del ojo. 
  • Inflamación del ojo. 
  • Lagrimeo más abundante de lo habitual. 
  • Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y detrás de las orejas. 
  • En algunos casos, fiebre. 
  • Fotofobia o sensibilidad a la luz. 

Por lo general, los síntomas de la conjuntivitis vírica no son importantes y suelen desaparecer en una o, como mucho, dos semanas. Tampoco suele ser contagiosa a partir de las 24 horas tras haberse iniciado el tratamiento. 

¿Cuánto dura la conjuntivitis vírica?

Las molestias en los ojos, que se asemejan a un llanto constante y más espeso de lo normal, suelen durar entre 7 y 15 días. Es decir, estamos hablando de una enfermedad cuyos síntomas desaparecen en unas 2 o 3 semanas y ante los cuales es necesario que sigamos el tratamiento que nos recomiende nuestro oftalmólogo.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la conjuntivitis vírica lo debe realizar el oftalmólogo. Por ello, si creemos que podemos tener una conjuntivitis (sea del tipo que sea) lo más recomendable será acudir al médico para que pueda llevar a cabo una exploración y hacer el diagnóstico correspondiente. 

¿Cuál es el tratamiento ideal para frenar la conjuntivitis vírica?

El tratamiento de la conjuntivitis vírica dependerá del tipo de virus y del diagnóstico que haya realizado el médico. En general, el tratamiento consistirá en lo siguiente: 

  • La conjuntivitis vírica no suele ser agresiva. De hecho, en la mayoría de los casos sus síntomas desaparecen por sí solos.
  • Extremar la higiene ocular, tanto para evitar los contagios a otras personas como para evitar que la infección se extienda. 
  • Lo más habitual es que el oftalmólogo recete lágrimas artificiales o de solución salina. Sin embargo, es importante que el especialista defina qué tipo de lágrimas son las más adecuadas en cada caso.
  • Los colirios antibióticos o de limpieza ocular (suero fisiológico) son los que más se recetan en la primera fase de la enfermedad, más que nada para limpiar los ojos y los párpados y evitar la propagación del virus que la causa u otras complicaciones. Los colirios antibióticos no tienen efecto contra los virus, pero ayudan a prevenir que, además de la infección vírica, el paciente pueda desarrollar también una infección bacteriana. 
  • En el caso de una conjuntivitis vírica causada por herpes, será necesario un tratamiento concreto y específico, ya que se trata de la más grave de las conjuntivitis víricas. 

¿Cuáles son las recomendaciones para evitar el contagio de la conjuntivitis vírica?

Si por algo se caracteriza la conjuntivitis vírica es por la facilidad con que se contagia. Basta con el solo hecho de tocar una superficie u objeto con restos de mucosa y luego pasar la mano por los ojos para que se transmita.

Algunos consejos que nos ayuda a evitar el contagio son los siguientes:

  • No dejes tus gafas a otra persona. Los virus son especialistas en acoplarse a este tipo de superficies y luego trasladarse a tus ojos.
  • Si usas lentes de contacto, procura no ponértelas mientras tengas síntomas de conjuntivitis. Utiliza tus gafas.
  • No compartas toallas, sábanas ni ropa. Es decir, todas aquellas prendas que entren en contacto directo con tus ojos tienen que permanecer contigo durante el tiempo que dure la enfermedad. Una vez los síntomas se hayan ido, no olvides lavarlas bien.
  • Lávate las manos con frecuencia. Con agua tibia y jabón. Sobre todo si vives con alguien y compartes un mismo espacio. Además de lavarse las manos con frecuencia, el paciente debe evitar tocarse los ojos.
  • A la hora de retirar la secreción propia de esta enfermedad, hazlo con las manos bien lavadas y no reutilices ni el pañuelo ni la toallita con la que lo hayas hecho. Usa una toallita para cada ojo, deséchalas tras la limpieza y lávate las manos.

¿Qué medidas de protección pueden aplicarse en verano?

El verano es una estación muy propicia para contraer conjuntivitis víricas, debido a que pasamos más tiempo en lugares concurridos, como la playa o la piscina. 

Para evitar el contagio, debemos seguir las siguientes recomendaciones:

  • Usar gafas protectoras: tanto en la playa como en la piscina para nadar y bucear y, sobre todo, no compartirlas.
  • Ducharse: siempre que se salga del agua de la piscina o de la playa.
  • Extremar la higiene con las toallas: usar siempre toallas limpias y no compartirlas.
  • Utilizar gafas de sol: siempre que se esté fuera del agua con el fin de proteger nuestros ojos de los rayos UV, la arena y otras partículas.
  • No usar lentillas dentro del agua: si somos usuarios de lentes de contacto, no usarlas nunca dentro del agua en la playa o la piscina. El problema es que en estas circunstancias se incrementa la posibilidad de que se desarrollen bacterias en las lentillas, lo que además de conjuntivitis, puede provocar infecciones más graves, como la queratitis. Esta patología es difícil de tratar y causa dolor ocular y hasta disminución de la agudeza visual.

¿Qué complicaciones puede causar  la conjuntivitis vírica?

Si una conjuntivitis vírica no se trata correctamente y a tiempo, el paciente puede presentar complicaciones graves como:

  • Inflamación exagerada en el ojo.
  • Dificultades para llegar a abrir el párpado.
  •  Dolor ocular intenso.
  • Malestar general.
  • Fiebre.
  • Dolor de cara y cabeza. 

¿Cómo saber si la conjuntivitis es bacteriana o viral?

En el caso de la conjuntivitis vírica, es muy poco habitual la presencia de mucosidad en el ojo. Si la hay, suele ser escasa y con aspecto blanquecino. Esto es importante porque, si aparece abundante mucosidad (que luego suele convertirse en costra y legañas en el párpado) suele ser indicativo de que no estamos ante una conjuntivitis vírica sino bacteriana.

¿Cuándo ir al médico por una conjuntivitis?

Siempre que se crea que se puede tener una conjuntivitis se debe ir al médico. De esta forma, además del diagnóstico concreto del tipo de conjuntivitis, también se prescribirá el tratamiento específico para cada caso. Esto permite una mejor y más rápida recuperación, además de evitar otros problemas y complicaciones asociadas a la conjuntivitis. 

Artículo revisado por la Dra. Ángeles Giménez-Almenara, oftalmóloga de Clínica Baviera.

Fuentes

Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Conjuntivitis: ¿Qué es el ojo rojo?

Academia Americana de Oftalmología (AAO) – ¿Qué es la queratitis herpética?

Teresa Delgado
24/05/2022

100% recomendable, trato, profesionalidad y eficacia al mismo nivel, top

Santiago Esponda Chaux
23/05/2022

Juan Carlos Cuenca
20/05/2022

David Tores
13/05/2022

Carolina Vicent Toril
03/05/2022

Christian Martinez Garcia
20/04/2022

Sierri León Vega
06/04/2022

Marta Acero
02/04/2022

Contenta con el momento de la operación y cómo nos han tratado, aunque sí es cierto que me dijeron que iba a quedar después de la operación totalmente perfecta y que mi visión iba a ser del 100% y NO HA SIDO así. Ayer mismo me dieron el alta y avisé a mi Doctora Belén que no veía 100% bien desde mi ojo izquierdo y me dijo que me había quedado un poco de astigmatismo en ese ojo y que no hacía falta ningún retoque. Esto ha sido bastante feo para mí, porque crees que vas a quedar perfecta al 100% y te quedas viendo mal de un ojo, la verdad que ha sido un final un tanto amargo.
Tengo dos amigas que se iban a operar aquí, y ya me encargaré de avisarlas por lo menos que no se quede como yo, con ese mal sabor de boca.

Flora Rascón Rascón
24/03/2022

Jorge Gallego
23/02/2022

Le pongo 5 estrellas porque no se pueden poner mas. El trato es espectacular desde que entras por la puerta, el personal muy profesional y agradable que no escatima en tiempo y dedicacion al paciente, Un 10.

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