La conjuntivitis bacteriana es un tipo de conjuntivitis (inflamación de la conjuntiva) que se caracteriza por estar causada por una infección bacteriana.
En estos casos, el principal tratamiento de la enfermedad estará basado en antibióticos, por lo que será necesario acudir de inmediato al oftalmólogo para que pueda evaluar al paciente y prescribir el medicamento más adecuado.
¿Qué es la conjuntivitis bacteriana?
La conjuntivitis bacteriana se produce cuando tiene lugar una infección en la conjuntiva (la capa más exterior del ojo) causada por bacterias.
Por lo general, esta infección suele iniciarse en un ojo primero, y después extenderse al otro debido a la facilidad de la transmisión por contacto directo.
Se trata de una enfermedad bastante común, que puede afectar a personas de todas las edades y que suele remitir en un par de semanas si se sigue el tratamiento adecuado.
¿Cuáles son sus causas?
Las bacterias que pueden causar la conjuntivitis son diversas, y suelen llegar a la conjuntiva del ojo a través del contacto directo con otra zona del cuerpo donde estén las células bacterianas. En este sentido, es muy habitual que el contagio se produzca como consecuencia de haber transmitido las bacterias desde la mano directamente a la cara o a la zona ocular. Debido a esto, es fundamental evitar tocarse los ojos con los dedos y, si se hace, asegurarse siempre de haber lavado la zona correctamente antes de hacerlo.
¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis bacteriana?
Los síntomas más comunes de la conjuntivitis bacteriana son los siguientes:
- Enrojecimiento de uno o ambos ojos.
- Picor y, en algunos casos, dolor en el ojo afectado.
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño en el ojo.
- Fotofobia o hipersensibilidad a la luz.
- Lagrimeo abundante.
Respecto al lagrimeo abundante, hay que tener en cuenta que, cuando este viene acompañado de la supuración de pus (puede ser blanco, amarillento o verdoso), suele ser el síntoma más indicativo de que la infección que se ha producido es bacteriana y no vírica. No obstante, será necesario que sea el oftalmólogo quien lleve a cabo la evaluación correspondiente para determinar el origen concreto de la infección.
¿Qué tratamiento se aplica?
Una vez que ha sido diagnosticada la conjuntivitis bacteriana, el médico prescribirá al paciente un tratamiento adecuado a cada caso.
En la mayoría de los casos, el tratamiento estará compuesto por:
- Medidas de higiene de la zona afectada.
- Uso de fármacos antibióticos destinados a curar la infección. Por lo general, estos fármacos se suministrarán en forma de pomada oftálmica, aunque se pueden presentar en distintos formatos.
- Además, se recomendará evitar el contacto directo con otras personas, ya que la conjuntivitis bacteriana se puede contagiar con facilidad.
Por lo general, después de 1 o 2 semanas de tratamiento, la infección habrá remitido sin mayor importancia.
¿Para qué sirven los antibióticos?
Hay que tener en cuenta que el uso de antibióticos está limitado a casos concretos.
- En primer lugar, se trata de medicamentos que solo actúan contra las bacterias. Por ello, no sirve de nada utilizarlos cuando la infección que se quiere combatir está causada por un virus.
- También hay que considerar que la variedad de antibióticos que existen es muy amplia y, dependiendo del tipo de bacteria que se quiera combatir, será necesario el uso de una tipología u otra.
- Además, hay que tener en cuenta que es fundamental evitar compartir medicamentos con otras personas (por ejemplo, las pomadas oftálmicas o los colirios), ya que pueden ser medios de infección igual de efectivos que unas manos sucias u otras vías similares.
Debido a esto, si se tienen síntomas que puedan deberse a una posible conjuntivitis bacteriana (así como cualquier otro síntoma relacionado con un problema o enfermedad ocular), lo que se deberá hacer es acudir al médico para que lleve a cabo la evaluación correspondiente y, a continuación, prescribir el tratamiento adecuado.
¿Es contagiosa la conjuntivitis bacteriana?
Si no se toman las medidas higiénicas adecuadas, la conjuntivitis bacteriana es muy contagiosa.
Algunas medidas para evitar el contagio de este tipo de infección son:
- Nunca compartir toallas, pañuelos, fundas de almohada, maquillaje… con personas que presenten síntomas.
- Extremar las medidas higiénicas si somos usuarios de lenes de contacto.
- Nunca tocarse los ojos con las manos sucias.
- Mantener limpios los pinceles y los envases de maquillaje.
¿Qué diferencias existen entre la conjuntivitis bacteriana y la conjuntivitis vírica?
- Aunque ambas son contagiosas, la principal diferencia es que una está provocada por una bacteria y la otra, por un virus.
- La conjuntivitis vírica está asociada, por lo general, a resfriados, infecciones de las vías respiratorias e irritación de garganta, por lo que es más común que aparezca en los meses de invierno. Esto no ocurre con la conjuntivitis bacteriana.
- La conjuntivitis bacteriana precisa de tratamiento antibiótico para evitar que la infección pueda complicarse, por ejemplo, afectando a la córnea. Sin embargo, la conjuntivitis vírica no suele precisar tratamiento.
- En cuanto a la duración de los dos tipos de conjuntivitis, aunque puede ser variable, la vírica suele durar entre una y dos semanas y la bacteriana entre 7 y 10 días, dependiendo del paciente.
Fuentes
- MSD Manuals – Conjuntivitis bacteriana aguda
- Sociedad Española de Oftalmología (SEO) – Conjuntivitis infecciosa
- Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades – Conjuntivitis