4.7/5 – (3 votos)

Los ojos llorosos en bebés suelen ser una de las consultas más comunes respecto a los niños pequeños en muchas consultas de pediatría y oftalmología.

Por lo general, los ojos llorosos de los bebés son la consecuencia de una obstrucción en los conductos nasolagrimales, que son los que dirigen la lágrima al interior de la nariz, por donde se elimina de forma natural. En la mayoría de los casos, estos conductos se abren completamente a partir del año de vida.

Sin embargo, en algunas ocasiones, es posible que esta apertura no se realice por completo, por lo que es importante estar atentos por si fuera necesario tomar medidas especiales para favorecer su apertura.

¿Cuáles son las principales causas de los ojos llorosos en bebés?

Los conductos lagrimales se sitúan en el extremo interior de la piel que rodea cada uno de los ojos (es decir, en el lado de cada ojo que está más cerca de la nariz). 

Están constituidos por una pequeña apertura seguida de un conducto que sirve para dirigir la lágrima al interior de la nariz, donde se elimina de forma natural. Esto permite que la lágrima del ojo se renueve de forma constante, lo que ayuda a su lubricación e higiene. 

New Call-to-action

En los bebés, y especialmente en los recién nacidos,  es muy habitual que este conducto nasolagrimal no se termine de desarrollar o abrir por completo hasta el primer año de vida. Cuando esto sucede, la lágrima no puede evacuarse del ojo con normalidad, lo que provoca los siguientes síntomas o problemas: 

Obstrucción de las vías lagrimales

¿Cuál es el tratamiento de los ojos llorosos en bebés?

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de tratar los ojos llorosos en bebés es conocer la posible causa del exceso de lágrima. 

Debido a esto, es importante que sea un médico quien diagnostique la causa y recomiende el tratamiento más adecuado en cada situación. En este caso, preferiblemente debe ser un oftalmólogo pediátrico.

Por lo general, el procedimiento que se suele seguir con los bebés de menos de un año que presentan el conducto nasolagrimal obstruido es el siguiente:

1. Lavar con suero fisiológico

El suero fisiológico permite limpiar los ojos llorosos de los bebés. Al tratarse de una solución estéril, es una forma segura de hacerlo. El suero fisiológico se recomienda para retirar la acumulación de secreciones y costras que van quedando adheridas a los párpados. 

2. Masajes

Cuando la causa se deba a una obstrucción del conducto nasolagrimal, el médico recomendará realizar pequeños masajes en la zona superficial del conducto para facilitar su apertura y la evacuación natural de la lágrima. 

  • Los masajes se deberán realizar ejerciendo círculos con una ligera presión en la zona del conducto nasolagrimal (cerca de donde se apoyan las gafas en los adultos). 
  • Los masajes se deben hacer entre 3 o 4 veces al día, y facilitarán que el conducto nasolagrimal pueda absorber el exceso de lágrima y canalizarlo hasta el interior de la nariz de forma natural. 
  • Por lo general, este problema no suele presentar mayores complicaciones en los bebés y, pasado el primer año, los ojos llorosos en bebés desaparecen por sí solos al completarse la apertura natural del conducto nasolagrimal. 

3. Cirugía

En aquellos casos en los que no se produzca la apertura natural del conducto nasolagrimal después del primer año de vida, se puede realizar una pequeña intervención que permite dilatar el conducto de forma sencilla. 

La intervención se lleva a cabo con anestesia general, y consiste en la introducción de una pequeña sonda por el conducto nasolagrimal para dilatarlo. 

Después, se retira esta sonda y se espera a que el bebé despierte de la anestesia y se envía a casa el mismo día después de la intervención.

Bebé llorando

¿Cuándo acudir al médico?

Si es necesario, será el propio pediatra el que informará a los padres de la necesidad de estar atentos a los ojos llorosos de los bebés, así como sobre la necesidad de facilitar la evacuación de la lágrima mediante masajes en la zona. En el caso de los padres primerizos, el propio médico suele ser quien explica cómo hacer estos masajes. 

No obstante, si se observa que los ojos presentan acumulación de lágrima,  incluso con la aplicación de estos masajes y, sobre todo, si se aprecia un bulto en la zona del conducto nasolagrimal, es recomendable acudir al médico para que evalúe al bebé.

¿Cómo saber si mi bebé tiene una infección en los ojos?

Las infecciones en los ojos suelen presentar los siguientes síntomas: 

  • Enrojecimiento de los ojos. 
  • Picor o escozor ocular. 
  • Fotofobia y dificultad para mantener los ojos abiertos. 
  • Lagrimeo constante y abundante
  • Secreción de mucosidad excesiva. 
  • Mucosidad de tono amarillento o verdoso. 

Si un bebé presenta alguno de estos síntomas, lo más recomendable será acudir al médico para que pueda realizarle una exploración y aplicar el tratamiento más adecuado en cada caso. 

¿Cuándo comienzan a salir las lágrimas a los bebés?

La mayoría de los bebés empiezan a llorar con lágrimas a partir de las 2 semanas después del nacimiento. Pero, en algunos casos, esto puede retrasarse hasta los 2 meses. 

Artículo revisado por el Dr. Carlos Laria, oftalmólogo de Clínica Baviera.

Fuentes

Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Conducto lagrimal

Clínica Mayo – Lagrimal bloqueado

New Call-to-action