La presbicia es una enfermedad asociada al envejecimiento, lo que la hace inevitable para cualquiera de nosotros. Sin embargo, eso no significa que no podamos retrasarla o mitigar sus síntomas de algún modo. ¿Quieres que te contemos cómo? A continuación te daremos algunos ejercicios para que los tengas en cuenta.
¿Por qué se produce la presbicia?
La presbicia o vista cansada se produce cuando el cristalino, que es la lente natural del ojo, pierde:
- Su elasticidad.
- Su flexibilidad.
- Su capacidad para enfocar los objetos cercanos.
A menos que nos aqueje una enfermedad de gran complejidad, nuestro cristalino goza de estas tres características durante la juventud y la primera edad adulta. Sin embargo, con el paso del tiempo desaparecen.
De ahí que la presbicia sea una enfermedad que, en la mayoría de los casos, guarda una estrecha relación con el paso del tiempo. Los pacientes a los que por lo general se les diagnostica un cuadro de esta anomalía han sobrepasado el umbral de los 50 años o directamente se encuentran en la denominada primera vejez.
¿Cómo mejorar la pérdida de flexibilidad del cristalino?
Para retrasar la pérdida de flexibilidad del cristalino podemos seguir algunos consejos con los que cuidar de nuestra salud general:
- Seguir una dieta equilibrada que incluya las vitaminas esenciales para aportar a nuestro cuerpo lo que necesita.
- Mantenerse bien hidratado.
- Practicar ejercicio físico adecuándolo a la condición de cada persona y a su edad.
- Cuidar la hidratación del ojo usando lágrimas artificiales.
- Acudir periódicamente a revisiones con el oftalmólogo.
Algunos ejercicios para retrasar el efecto de la presbicia
Una buena rutina de ejercicios es esencial para relajar la zona ocular y, a largo plazo, retrasar las consecuencias y los efectos de la presbicia:
- Objetivo: Relajar la musculatura que rodea los ojos, incluidos los músculos de los párpados.
Ejercicio: Haz pequeños círculos sobre la raíz interna de las cejas y luego extiende el masaje hasta la parte externa. Puedes usar productos como el aceite de onagra o una crema suavizante.
- Objetivo: Relajar el resto de la cara.
Ejercicio: Haz todo tipo de muecas en las que se ven involucradas partes como la mandíbula, la lengua, los labios, la nariz, las cejas, los párpados y las mejillas.
- Objetivo: Prevenir el ojo seco.
Ejercicio: Un ejercicio muy recomendado en estos casos es el denominado palmeo, que consiste en frotar tus manos para que entren en calor y luego apoyar en ellas los ojos cerrados. Si sufres de ojo seco, se pide que además parpadees varias veces de forma consecutiva y que luego sí relajes los ojos.
- Objetivo: Evitar la tensión excesiva en los músculos de los ojos.
Ejercicios:
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- Cerrar los ojos como si fuéramos a descansar, pero al mismo tiempo siendo conscientes de la presión que sin querer hacemos sobre el globo ocular. La idea es rebajar dicha tensión hasta que los ojos y el resto de la cara queden en un estado de total distensión.
- También se recomienda hacer círculos con la vista, cuanto más grandes mejor, así como alternando los dos sentidos, izquierda y derecha.
Estos son sólo algunos de los ejercicios que pueden ayudarte a mitigar los efectos de la presbicia y retrasar su aparición. La clave para que tengan un efecto verdadero en tu salud visual está en la constancia y en complementarlos con buenos hábitos de vida.
¿Se puede prevenir la presbicia?
Así las cosas, cualquiera diría que estamos ante un proceso irreversible y frente al cual no podemos hacer nada. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Si adquirimos ciertos hábitos y practicamos una serie de ejercicios, los efectos de esta enfermedad pueden mitigarse y la presbicia como tal podrá retrasarse.
Además de practicar estos ejercicios también puedes seguir estas pautas:
- Emplear, siempre que sea posible, luz natural en lugar de luz artificial para realizar tareas que requieran el uso de la visión cercana.
- Usar una luz general y una luz de apoyo.
- Mantener siempre la distancia adecuada respecto a la pantalla del ordenador, de la televisión…
- Evitar los reflejos y los brillos.
- Usar siempre unas buenas gafas de sol con la protección adecuada.
Fuente
National Eye Institute – Presbicia