Una acumulación anormal de la bilirrubina a través del hígado, la cual provoca que el ojo se pinte de amarillo, puede ser identificativa de diversas patologías, algunas de ellas de gravedad:
- Enfermedades hepáticas o de los conductos biliares.
- Problemas o disfunciones en el páncreas.
- Hepatitis o cirrosis.
- Presencia de cálculos en la vesícula biliar.
- Exceso de estrés.
- Algunos tipos de anemia, como la anemia hemolítica.
- En general, cualquier patología o causa que provoque la destrucción de glóbulos rojos, entre ellas: la talasemia, la esferocitosis hereditaria o una incompatibilidad RH de madre-hijo en los recién nacidos puede provocar un aumento de la bilirrubina.
- En el caso de algunas embarazadas, se puede producir una acumulación de bilis en la vesícula debido a la presión en el área abdominal (ictericia del embarazo).
- Enfermedades hereditarias, como el síndrome de Gilbert (también conocido como insuficiencia hepática constitucional e ictericia familiar no hemolítica). El síndrome de Gilbert es una enfermedad hepática común que no causa daño y en la cual el hígado no procesa la bilirrubina de manera adecuada. Además, no requiere tratamiento.
¿Existen otras causas de los ojos amarillos?
También algunos medicamentos pueden inflamar el hígado o el páncreas, interfiriendo en el flujo correcto de la bilis y provocando que los ojos se pongan de color amarillo:
- Eritromicina
- Esteroides anabólicos.
- Ciertos fármacos para bajar la fiebre y otros analgésicos.
- Anticonceptivos orales.
Síntomas asociados a los ojos amarillos
Si bien los ojos amarillos pueden ser el signo más visible de ciertas afecciones, otro síntomas que acompañan a esta decoloración de los ojos también son importantes para determinar la naturaleza del problema de salud.
Estos síntomas son:
- Coloración amarilla en la piel que, en los casos más graves, puede llegar a adquirir un tono marrón.
- Coloración amarilla dentro de la boca.
- Orina oscura o de color arcilla.
- Heces pálidas o de color arcilla.
- Picor en la piel (prurito).
- Fatiga.
- Fiebre.
- Pérdida repentina de peso.
- Pérdida del apetito.
- Náuseas.
- Vómitos.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de los ojos amarillos?
Cuando un paciente presenta ojos amarillos, el médico puede realizar alguna o algunas de las siguientes pruebas para determinar el problema que hay detrás de este síntoma tan característico:
- Hemograma completo.
- Prueba para medir la cantidad de bilirrubina en sangre.
- Pruebas analíticas para localizar virus de la hepatitis.
- Pruebas de la función hepática.
Los resultados de estas analíticas, junto con una revisión de los síntomas que presenta el paciente, su historial médico, un examen físico y posiblemente pruebas de diagnóstico por imágenes, ayudarán a determinar el diagnóstico correcto.
¿Qué tratamientos se pueden aplicar para los ojos amarillos?
Como hemos indicado, los ojos amarillos pueden ser un síntoma de enfermedades potencialmente muy peligrosas, como una insuficiencia renal o problemas hepáticos, como la hepatitis o la cirrosis. Por este motivo, si notamos cambios en el color de la piel o la esclerótica es necesario acudir al médico de inmediato para que nos hagan las exploraciones pertinentes que permitan un diagnóstico certero y fiable de las causas de este problema. A partir de ahí, el facultativo debe indicarnos el tratamiento más adecuado entre todas las opciones posibles.
En el caso de que el estrés constituya el motivo principal de un desequilibrio de las funciones del hígado y, por lo tanto, de una segregación de bilis más elevada de lo normal, además de lo que nos indique el médico, podemos acudir a alguna terapia psicológica o intentar relajarnos con medios naturales, como apuntarnos a alguna actividad relajante o practicar ejercicio físico de forma constante y regular.
También una alimentación adecuada, suficiente, variada y con todas los nutrientes, vitaminas y proteínas necesarios, puede contribuir a solucionar el problema de los ojos amarillentos en el caso de que esta situación sea debida a algún tipo de anemia.
¿Cuánto dura el color amarillo de los ojos?
Depende del paciente y del tratamiento que necesite. Por lo general, hay que tener en cuenta que un síntoma como la esclerótica amarilla puede durar entre una o varias semanas antes de desaparecer por completo si se aplica el tratamiento adecuado
¿Cómo prevenir los ojos amarillentos?
Como se ha visto, la relación entre los ojos amarillos y el mantenimiento de ciertos hábitos saludables es muy estrecha. Si la aparición de ojos amarillentos se vuelve recurrente, es aconsejable prestar atención a los siguientes aspectos:
Cuidar la alimentación
En el caso de que la causa de los ojos amarillos se deba a problemas digestivos, es posible que el médico adecúe la dieta del paciente para mejorar el funcionamiento, tanto del hígado como del páncreas.
Eliminar la ingesta de alcohol
Es fundamental que el paciente con problemas hepáticos elimine por completo de su dieta el consumo de alcohol en todas sus formas. Hay que tener en cuenta que el alcohol no es un alimento, sino una sustancia tóxica para el organismo. Cuando se consume, es el hígado el que debe procesarlo. Esta acción lo debilita y lo daña, haciendo que no sea capaz de realizar con normalidad el resto de sus funciones, incluida el procesamiento de la bilirrubina.
Revisar la medicación
Existen ciertos medicamentos que pueden desencadenar síntomas como piel y ojos amarillos. Esto se debe a que, al igual que sucede con el alcohol, es el hígado el encargado de sintetizarlos. Si se está tomando una medicación y se presentan ojos amarillos, lo más recomendable será consultar con el médico que la recetó para que valore la situación y, si lo considera oportuno, cambiarla. Hay que recordar que deberá ser el médico quien prescriba la modificación de la medicación. Un paciente no debe dejar de tomar medicamentos por su propia cuenta sin consultar antes con el médico correspondiente.
¿Cuándo acudir al médico?
Hay que tener en cuenta que, aunque en muchos casos los ojos amarillentos no revierten gravedad, siempre será mejor consultar con un médico para que valore el grado de afectación que existe en el paciente.
Por lo general, el especialista realizará un análisis de sangre que permitirá conocer el grado de acumulación de bilirrubina que existe en el organismo y, a partir de este análisis, determinará el tratamiento más adecuado en cada caso. Por ello, lo más aconsejable es acudir al médico de cabecera en el caso de apreciar signos de color amarillento en la parte blanca del ojo.
Será especialmente importante acudir a urgencias si la ictericia aparece acompañada de alguno de los siguientes síntomas:
- Dolor abdominal intenso y sensibilidad.
- Cambios en la función mental, como somnolencia, agitación o confusión.
- Sangre en las heces o heces de color oscuro o alquitranado.
- Sangre en el vómito.
- Fiebre.
- Tendencia a presentar hematomas o a sangrar con facilidad.
Ojos amarillos en bebés
Alrededor de un 60% de los bebés recién nacidos desarrollan ictericia, aunque estén sanos. Es lo que se conoce como ictericia fisiológica o hiperbilirrubinemia neonatal.
Esta situación es aún más frecuente -alrededor del 80%- en los bebés prematuros y puede ser más grave para ellos.
La coloración amarilla suele aparecer durante la primera semana de vida y desaparece espontáneamente. De hecho, sólo uno de cada 20 bebés afectados requiere tratamiento.
La ictericia fisiológica se debe a una acumulación de bilirrubina en sangre, ya que el hígado del recién nacido todavía no ha empezado a funcionar correctamente.
El tratamiento estándar para la ictericia moderada es la fototerapia (exposición a la luz) para reducir los niveles de bilirrubina, y la recuperación suele ser rápida.
Otros tratamientos para la ictericia en bebés consisten en:
- Aumento de la ingesta de líquidos. Se puede interrumpir la lactancia materna o completarla con leche de fórmula para asegurarse de que el bebé está bien hidratado.
- Transfusión de intercambio.
- Inmunoglobina intravenosa.
Si la ictericia no desaparece, los médicos pueden optar por realizar más pruebas para evaluar otras posibles causas del problema.
Conclusiones clave
* En la mayoría de los casos, los ojos amarillos se deben a la ictericia, que está provocado por un problema en la eliminación de la bilirrubina.
* La acumulación de bilirrubina puede no ser grave o puede estar provocada por enfermedades que afectan al hígado, al páncreas o a la vesícula biliar. * Por eso es importante acudir al médico, especialmente si la coloración amarilla de los ojos aparece junto a otros síntomas, como dolor abdominal, fatiga o fiebre.
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Fuentes